[Dia 5][El Cuervo Digital/Sala3] Fiesta de mascaras (Abierto)

Entro y me acerco a la barra.

Pido dos Sodas rojas del BAltico, y le explico al camarero que es lo que es, me las da, le paso una a Mia.

-Bebe de esto esta bueno.

como no hay nadie me apollo en la barra y miro a mi chiquilla cavilando que es lo que me despera el destino, y que a ella.

Mireille entró con andar pausado en el recinto. Vio a dos personas allí, pero no las reconoció... aún.

Se acercó al camarero e hizo mímica para pedir un vaso, vacío.

Camino hacia la sala indicada en el papel vestido con un traje oscuro de estilo militar y unas gafas steampunk que más que bien conjugadas con el traje, eran divertidas, pero cumplían bien sus funciones: cubrir los ojos y hacer algo de espectáculo a la vista.

Ejemplo del traje, sin el bowtie ni el peinado que son bien feos jejeje:

Apenas entro veo a estas tres personas ya en la tercera sala. Dos por un lado juntas y otra de muy baja estatura, lo que llama mi atención de primera pero inmediatamente recuerdo la cantidad de gente pequeña que había en la entrada. Extraña coincidencia la cantidad de pequeños, solo espero que no sean menores de edad en fiestas para mayores.
Camino un poco reconociendo el lugar, buscando vias de escape, ubicando el baño aunque no fuese a usarlo, tomando notas mentales de la gente presente, vagando un rato.
A los pocos minutos de andar me acerco a la barra y pido el único trago que he aprendido durante mi no-vida.
Sírveme una soda roja del báltico, por favor - Le pido al barman, el cual se toma solo unos segundos en servirme el trago. Al parecer ya lo conocía y no le extrañaba que lo pidiese. Yo me lo comienzo a beber lentamente mientras observo la situación general de la habitación. En caso de recibir un saludo estaba totalmente dispuesto a devolverlo, pero no tenia ganas de tomar la iniciativa al menos por ahora.

Mireille cogió el vaso que el extrañado camarero le dió. Sacó una petaca de un bolsillo de su pantalón y se sirvió a sí misma.
Comenzó a beber mientras se fijaba en el hombre que tenía cerca, sonriéndole amistosamente.

Liam entro con paso majestuoso al salón, recorriendolo con la mirada, y buscando algo interesante en el lugar, la musica sonaba y el lugar estaba bien preparado, todo parecia perfecto. Mientras su mirada recorria el lugar, no pudo evitar notar al que sin duda, era el invitado más llamativo de aquel lugar, una niña de solo 5 o 6 años, ¿como la dejaron entrar?, de seguro hay algo interesante en esto.
Sin dudarlo un segundo, Liam camino hacia la pequeña, y al llegar frente a ella, hizo un profunda reverencia, acorde con su traje al estilo victoriano.
- Buenas noches pequeña, ¿eres también una invitada del lugar?

Descripción actual de Mireille.(LLevaba una peluca de pelo largo y rizado, de un tono cobrizo. Se había colocado lentillas de un color verde oscuro, y había cambiado su atuendo habitual.

Llevaba unos vaqueros negros y ajustados, con unos botines grises de tacón alto. También se había colocado pecho falso y puesto una camiseta de manga larga de color celeste, con fruncido bajo el pecho para que no se notara el relleno arrtificial y diese la impresión de tener más.

Iba bastante maquillada, y sus rasgos aniñados se habían ocultado bajo capas de sombra, máscara de pestañas y lapiz de ojos.)

Vale que tengo 5, pero con el maquillaje, los tacones... ¿No podría aparentar 7 u 8? XD

La pelirroja se giró hacia él, sonriente, mientras sacaba una pequeña pizarra blanca y un rotulador.
-Me temo que sí -escribió, y siguió escribiendo. -¿Le disgusta mi altura, señor?

Sergio escribió:

Entro y me acerco a la barra.

Pido dos Sodas rojas del BAltico, y le explico al camarero que es lo que es, me las da, le paso una a Mia.

-Bebe de esto esta bueno.

como no hay nadie me apollo en la barra y miro a mi chiquilla cavilando que es lo que me despera el destino, y que a ella.

Sigo a Sergio hasta la barra, me tiende la copa roja y la cojo suponiendo lo que es. Le miro antes de dar un sorbo y sonrío.

- Sí, no está mal - Digo tras beber, noto que tengo la parte superior del labio manchada por el liquido y busco algo para limpiarlo, él me tiende una servilleta blanca con el nombre del lugar impreso - Muchas gracias, es una hermosa fiesta ¿Estás preocupado por algo?

No cielo nada en particular, solo estaba pensando en mis cosas, tal vez deberiamos aprovechar para seguir instruyendote no crees, ¿Preguntame lo que quieras?

Digo con tono amable mientras bebo de mi bebida, en serio esto esta muy bueno

Su pregunta me deja algo dubitativa, tengo tantas dudas que no sé por donde empezar.

- ¿Qué clase de cosas... puedo hacer? - Digo sin saber muy bien cómo preguntar- ¿Cuáles son los poderes de los Brujah y cómo se usan?

La chica se asoma en la sala para ver a los que estan alli presentes y cubiertos, les saluda con un ademán y va a la sala que le corresponde

Liam lee la pizarra cena avidez, aquella pequeña tiene algo diferente, algo en su mirada...Liam no sabría decir lo que es, pero algo hay allí, no es la mirada de una niña de 5 años, sonríe.
- Para nada, ¿acaso no puedes hablar? ¿o es que no quieres que escuche tu voz? - cambia su tono de voz ligeramente, sigue sonando dulce, pero ya no tiene ese timbre infantil que se ocuparía para una niña de 5 años.

Puso morritos, triste, ante la pregunta del joven y negó con la cabeza. Mientras señalaba los labios del chico y luego sus ojos, sonriente.

Se encogió de hombros, dulcemente, mientras ponía cara de resignación.

- Ya veo - dice Liam en tono relajado - Pues es una lastima, estoy seguro que tendrías una voz preciosa, ¿puedo preguntarte que haces en esta fiesta?

Sonrió, mientras cogía de nuevo su pizarra y comenzaba a escribir. Al terminar la giró para que el joven pudiera leer lo que había escrito.
"Supongo que lo mismo que tú. Pasar una noche agradable y disfrutar de la compañía."

Le guiñó un ojo, divertida.

Liam no puede evitar soltar una ligera carcajada
- Pues espero poder ser una grata compañía para ti - Dice mientras se retira un mechón de pelo que había escapado de la coleta y caía sobre su mascara - No quiero ser indiscreto con la pregunta, pero, en realidad, ¿hace cuanto caminas por este mundo?- Liam deja escapar la pregunta basado solo en una suposición, un acto peligroso en algunos casos, quizás podría ser tomado solo como una broma por algún mortal, pero si el tenia razón, la pregunta tenia total sentido.

Enarcó las cejas, con extrañeza. Tomó la pizarra y volvió a escribir.
"A los dos años más o menos, como todos. ¿A qué te refieres si no?"

Miró al joven, con curiosidad, mientras le sonreía amistosamante.

Liam sonríe de forma sincera ante tan inocente respuesta, hacia décadas que no tenia una sonrisa realmente sincera, sin esperar conseguir algo a cambio de ella. Después de haber pasado los últimos años de su existencia en el brutal y perverso mundo del Sabbat, ya había olvidado lo que era la inocencia...
- Olvidalo, no tiene importancia - Y de verdad no la tenia, Liam sospechaba de la naturaleza de la pequeña, de que otra forma iban a dejarla pasar sino, pero no importaba si esas sospechar eran verdaderas o falsas, no le importaba si la pequeña era un vampiro o no, o si pertenecía a la Camarilla - ¿Puedo saber cual es tu nombre?

Ella, sonrió, mientras asentía. Sus rizos pelirrojos destellaron cuando se movió para escribir.
"A donde fue, nadie lo sabe, pero era obvio. Un milagro, un ser no amado"

Le mostró la pizarra, mientras se reía sin emitir sonido alguno. Le hizo un gesto para que le dijera el suyo.

Liam lee varias veces las palabras de la pizarra, la sonrisa que etaba en su rostro se convierte en una carcajada que le cuesta algo de trabajo llegar a controlar.
- Te gustan los juegos ¿eh?, eres una mujer muy interesante...- Su voz aun suena a medio camino de la risa- Mi nombre es Liam - Extiende la mano en dirección a la pequeña en forma de saludo.

La pequeña que tenia en frente era todo un caso, Liam había pasado años perfeccionando el arte de jugar con las emociones ajenas, de causar determinadas impresiones en las personas que necesitaba causar, y aquella pequeña que tenia en frente era toda una experta en aquel juego, ya no le cabía ninguna duda, la chica no era una niña.

Asintió, vivamente. Mientras reía en silencio con él. Se llevó los dedos índice y anular a los labios, los bajo juntos al pecho y retrocedió un pie tras otro para hacer una reverencia, mientras le miraba.

Tomó el rotulador y la pizarra de nuevo.
"Es un placer."

Sergio escribió:

-Bien nuestro clan posee 3 disciplinas potencia, que consiste en una fuerza inhumana, celeridad, una velocidad inumana, y presenciam que consiste en afectar los sentimientos de la gente, cuando volvamos a casa te enseñare los fundamentos, pero tienes que sentirlo, por ejemplo yo lo primero que use fue celeridad y fue porque tenia mucha prisa, supongo que la sangre cuidad de ti en ciertos momentos.

- ¿Los otros clanes tienen otras disciplinas? ¿Se pueden aprender? - Pregunto llena de curiosidad, tengo ganas de probar esos poderes de los que habla Sergio, en especial Presencia, suena bien.

Liam observa con detenimiento a aquella pequeña que tenia en frente, algo en ella le intrigaba, estaba seguro de que era más de lo que aparentaba, poco a poco, el tono de Liam había ido cambiando, comenzó dirigiéndose a ella con el tipico tono infantil que se usa para hablar con un niño, pero ahora hablaba con ella como trataría a una mujer adulta.
- ¿Os gustaría tomar asiento? - hace un marcado gesto con la mano hacia las mesas del salón, junto con una reverencia, jugando a ser un caballero victoriano, como si mi ropa actual le transformara en otra persona...