[Día 2][Les Corts - Alcantarillas] Buscando información (Mitnick & Esteban)

Off: Continuación del evento:
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On: Eran las 11 de la noche cuando despertó, demasiado tarde pero después de un viaje largo y de los pequeños problemas el día anterior había dormido más de lo normal.

Una vez despierto Esteban se dirigió al cajón donde tenía guardada las cenizas en las bolsas, abrió una de ellas las toco con un dedo y lenvantandose la camisa se paso el dedo por la zonde donde debajo se situaba el corazón. Después de esto se volvió a colocar la camisa, se puso la cazadora de cuero y se lanzó a la salida de la habitación quitando el cartel de "NO MOLESTAR" y cerrandola con llave de nuevo a su salida.

Esteban se acerco a la recepción y saludó al recepcionista - Qué pasa colega, ¿como va la noche? -

El recepcionista como siempre estaba en su proceso de sueño, pero aún no estaba dormido del todo por lo que reacciono con rapidez y vida Pues bien tio, aqui descansando un poquito y tu como lo llevas? a donde vas hoy?

- A currar tio, ya sabes, con esta altura y eso... - se hizo unos gesto marcando los pectorales - ...trabajo facil. -

Esteban se sacó la cartera del bolsillo, saco 100 euros y se los dió. - Tendría que hablar con tus jefes colega, me gustaría alquilar la habitación durante un mes entero y supongo que tendríais alguna oferta suculenta ante esa oferta ¿no?. De momento toma dos días más. - Estaba apunto de marchase cuando se dió cuenta de algo que quería preguntarle - Por cierto, ¿tenéis servicio de lavandería? -

El tipo miró al cainita Cuando haga el camibio de turno les preguntaré a ver si tienen algo para un mes entero, con respecto a lo de lavar la ropa no, no tenemos nada, pero por aquí cerca hay una tintoreria, por un módico precio yo mismo podría intentar llevarte la ropa a ella si quieres claro... el tipo sonreia pensando que igual se sacaba un pequeño extra.

Esteban le pegó un par de sopapos amistosos en la cara al dependiente y le dijo sonriendo - Claro amigo mio, por cierto ¿cómo te llamas? creo que ya va siendo hora de que nos conozcamos. - A Esteban le gustaba saber con quién trataba, por si cometía un error saber a quién debía buscar.

Soy Rober, y cual es el nombre de mi cliente más charlatan y solitario? dijo con un tono jocoso y algo atrevido teniendo en cuenta que apenas os conociais.

Esteban arqueó la ceja y tensó su cara, pero pensó "A este chico no, no quiero lios de momento.", así que destenso su cara y dibujo una sonrisa muy forzada - Esteban, mi nombre es Esteban chico. Por cierto no suelo vivir mucho de día por mi trabajo que me lleva toda la noche, ¿Podrá pasarte por alguna tienda buena y pillarme algo de ropa parecida a esta?. - Estebans esperó la contestación del chico antes de abandonar la recepción del hotel.

El chaval se levantó y pidió ver tu talla de ropa, tras saber las tallas de las prendas afirmó. Claro, siempre y cuando tu me des dinero y yo me pueda quedar un pequeño extra, aquí mientras haya extras de por medio se puede hacer de todo. dijo con seguridad mientras volvía a colocarse en su silla tras el mostrador.

Esteban le dijo las tallas de camiseta y pantalón y después de escuchar al compañero recepcionista añadió - Claro amigo, traeme mañana algo de ropa y te daré la pasta, que tengo que sacar pelas y qué te parece un 10% extra para ti. - Le dejo la oferta y se empezó a marchar - Bueno Rober, me tengo que ir, tengo mucho curro esta noche. -

Esperando una despedida pero sin esperar a más se marchó, esta noche bajaría a las alacantarillas siguiendo el consejo de Serrat. Buscó una boca de alcantarilla y esperando a que nadie lo viera la abrió sin problema y se introdujo en ella hasta el fondo.

Allí corría un rio de agua un a ambos lados habia "aceras" para el tránsito de los trabajadores de las alcantarillas, la luz era ténue y no se podía ver muy bien, el olor elementalmente era nauseabundo.

Esteban comenzó a caminar por las alcantarillas sabiendo que los Nosferatu no permitirían tener un intruso en su territorio, pronto me encontrarían y podríamos optar a hacer "negocios".

El sonido de mis ratas me delata, al igual que mi olor a cloaca suele hacerlo cuando estoy en la superficie. Son mis hijas, mis parientes, mis protegidas y esclavas.

Me encuentro agazapado, sobre una enorme cañería de la galería subterránea. Observo con mis negros ojos los movimientos cautelosos del pálido visitante. No hay duda, no hace falta ser muy observador para detectar que no está en el Dominio por error ni azar y de que quiere que sepa quien es, a quienes pertenece.

Entonces una de mis ratas da la alarma con un pequeño chillido, de esos de los que sobresaltan a los intrusos. Estúpidos roedores, mis queridos y amados estúpidos roedores. Siempre seré superior a ellos.

Soy consciente de que desde donde estoy no me puede ver, así que me arrastro sigilosamente, como solo los Nosferatu sabemos hacerlo, observandole desde las alturas, esperando el momento.

Entonces él llega al punto muerto, un lugar que había preparado a tal fin. Me acerco al pequeño agujero de la enorme tubería y hablo alto y claro.

- Bienvenido -exclamo jovialmente.

Mi voz debe sonar delante del intruso y detrás, gracias al efecto acústico de aquel punto de las alcantarillas. Un truco más que sorprendente, que permite que tu interlocutor nunca sepa exactamente donde estás.

A Esteban no le gustaba nada todo aquello, pero bueno... ¿a quién si?.

En las cloacas sólo vivían un tipo de criaturas... Los Nosferatu y para obetener información no había nadie mejor que ellos, claro que siempre te pedían algo a cambio.

Mientras que caminaba por las galerías una rata dió un chicllido que hizo que Esteban se pusiera en alerta, desde entonces camino con más precaución esperando que alguien apareciera, hasta que llegó a un punto concreto que estaba preparado por su interceptor aunque él no lo sabía.

Una voz le dió la bienvenida pero no tenía ni puta idea de donde venía, después de girar su tronco varias veces para observar a todos lados se quedo quieto mirando hacia el frente y sintiendose estúpido hablandole al aire contesto - Buenas noches, mi nombre es Esteban Mayo y vengo para hablar con alguien como tú sin duda. -

Me permito una fea sonrisa que queda en la intimidad de mi escondrijo, perdida y desperdiciada para siempre.

- ¿Quieres hablar con fantasmas, amigo? -pregunto-. ¿Y qué puede hacer un fantasma por ti?

Esteban miraba a su alrededor, ahora buscando una boca de alcantarilla por si tuviese que salir rapidamente de alli. Mientras hablaba - Busco información amigo fantasma, seguro entonces que tú podras vendermela mejor que ningún otro si puedes atravesar las paredes de cualquier refugo. - Esteban intentaba incitar al tipo, si era Nosferatu, no podia ser otra cosa... saldria corriendo al oir las palabras información y vender.

A jugar se ha dicho.

- Claro, uno quiere información y en lugar de contratar un detective o un informador se baja a las alcantarillas a hablar con las ratas. ¡Qué mundo más bizarro!

Hago que una de mis ratas se sitúe delante del sujeto.

- Aquí me tienes. ¿Qué información estás buscando?

- Ya sabes amigo, tanto tú como yo sabemos que la mejor información esta en el sub-suelo y yo no soy de los que esperan a que la información llegue a mi. - Dijo Esteban contestado la primera frase de su interlocutor. Después vió como una rata se colocaba delante de él como vigilándolo u observándolo más detalladamente. - No me importaría saber tu nombre, pero en principio busco datos sobre todos los Assamitas que corren por las calles de Barcelona hoy día. -

Indico a la rata que alzara la mirada.

- Me llamo Rata -digo-. Dime, ¿hasta donde pretendes que sea precisa la información de esos individuos y qué estás dispuesto a pagar a cambio?

- Necesito saber sus nombres y donde viven, Rata. - Dijo el Brujah directamente - En cuanto al pago yo también escucho ofertas, ¿de qué forma te sería más útil mi pago? -

- Eso depende de las posesiones que tengas, mis amigas las ratas y yo solemos ser pragmáticos y sabemos que cada uno sabe bien con qué facultades hacer el pago. No obstante, siempre podría ser una suma de dinero. Aunque ya le aseguro que nosotros no negociamos los precios y que la información de calidad cuesta cara.

- Eres un tipo extraño Rata, jamás conocí un Nosferatu tan obsesionado por el dinero. Pero si ese es el precio dime la cantidad amigo y buscaré la forma de conseguirlo. - Esteban seguía sintiendose estúpido, hablaba a la nada...

- Dime qué otra cosa puedes ofrecerme.

- Y yo pensé que no intentarías echar balones fuera -le digo-. Si no tienes claras las cosas, vuelve por donde has venido. Cuando tengas algo que aportar con lo que pagar la información, regresa. Mientras tanto, saca tu culo enjabonado de mis cloacas y hazte valer.

Hoy en día cualquier niñato viene en busca de los Nosferatu.

Estaban no sabia si le estaban haciendo el lío pero no se cortó en contestar - Yo he venido hablando claro Rata, ya te he dicho lo que quiero. El que no tiene las cosas claras eres tú, y lo mismo te digo cuando tengas un precio para tu información avisame ya sabes que tengo interés en comprarla. - Esteban se empezó a dirigir despacio hacia la primera boca de alcantarilla para subir hasta la superficie parecía que no había tenido suerte con los Nosferatu... por el momento al menos.

- Tu chulería me asombra, a la par que me divierte, amigo mío -le digo-. Cuando tengas algo que ofrecer ya sabes donde tienes que volver. No esperes que ninguno de nosotros vayamos a buscarte.

- Me parece bien. Quizá algún día vuelva. - Sin decir nada más Esteban subio por la boca de alcantarila a la ciudad, no estaba muy contento con su visita a los suibterraneos, ahora apestaba y no habia sacado nada en claro.