[Dia 2][Gràcia] Conociendo la ciudad (Tunguska y Esteban)

Off: Continuación del evento:
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On: Después de salir de las alcantarillas Esteban decidió acercarse al centro, no olía especialmente bien pero el caso es que a él le daba igual, al fin y al cabo no tenía porque olerse.

Esta vez par ano tener que coger su coche caminó hasta el distrito de Gràcia, no fue un camino corto, estuvo caminando durante más de una hora antes de llegar hasta allí, pero al ver aquellas calles supo que habia llegado. El barrio Gótico de Barcelona tenia las mismas calles que tenía el casco antiguo de Madrid, calles estrechas y mal cuadradas, eras ya mas de la una de la madrugada de un miercoles y eso se notaba.

Caminaba por las calles solitario sin apenas transehuntes observando los edificios y los locales comerciales, intentaba observarlos para ir quedandose con la zona mientras tenía las manos en los bolsillos.

No fue su olor el que le atrajo. Ni su aspecto. La comida era comida, pero sabía reconocer que su apariencia le hacía conseguir su alimento con más facilidad con un sexo que con otro, y eso era para ella indiferente.

La pierna estaba doblada, el pie se apoyaba en la pared, y eso dificultaba que la pequeña falda tapase lo que de debía hacer. La larga melena castaña estaba echada sobre la cara. Parecía mirar hacia abajo. Los pasos de un transehunte por aquella zona desierta la hizo sonreír. Giró la cabeza y curioseó entre el pelo. El cigarrillo que llevaba en la boca, hizo que hubiese un olor desagradable e intenso a pelo quemado impregnase el lugar.

Levantó la cabeza deprisa, sacudiéndola para apartar el cabello y se quedó observando a su objetivo, con una sonrisa de oreja a oreja.

Esteban seguía caminando cuando la vió, una belleza provocadora que lo atraía sin que dijera nada.

Ese dulce cigarrillo que tenía en la boca, esa sangre debía saber a gloria, aunque claro aún no se había percatado de que no iba a catar esa sangre, sacó sus manos de los bolsillos y siguió acercandose.

Aún no había dicho nada, esperaba ver si la chica centraba su mirada en él al pasar, quería tener la seguridad de que lo miraba y quién sabe quizá tuviese suerte e iniciara ella una conversación.

El pelo le había quedado despeinado, cayéndole a mechones por la cara. Había torcido el rostro con ese pequeño "incendio" pero enseguida se recompuso, sonriéndole al desconocido con picardía y descaro. La caza era la caza y la tripa llena era lo más importante.

- ¡Shh! ¡Shh! Moreno - dijo, adelantando una pierna para que se viera mejor aún lo poco que le cubría la falda. Sacando pecho y asegurándose bien de que extendía bien el cebo con el que atraer a la presa - ¿Tienes fuego?

"Bingo..." pensó Esteban - Por desgracia no guapa, pero ardo por dentro en saber como te llamas. -

-Como tú quieras, morenazo - respondió, sonriendo de oreja a oreja y echándose la melena hacia atrás con mucho brío. Avanzó un par de pasos provocativa, contoneándose. Se paró. Las manos se dirigieron a la espalda, donde se entrelazaron. Lo miraba haciéndose la inocente, mientras se inclinaba hacia delante enseñando toda la profundidad de su escote - Estoy segura que te sobra el calor en ese cuerpo serrano que tienes, ¿que te parece si te acercas y me das un poquito?

Acto seguido, se irguió de nuevo, para encogerse, llevándose las manos a los brazos y fingiendo temblar un poco, mientras se reía.

- Claro guapa, eres un bocado muy dulce. - Dijo a modo ligón mientras se acercaba cuando lo que pensaba en realidad era incarla el diente. Cuando ya estaba cerca hizo lo que hacia con todas las personas que se encontraba a su paso y que no le tenía miedo, fijarse si respiraba, su tono de piel era muy pálida... aunque muchas chicas se daban pintura para parecer más pálida de lo que eran en realidad.

Tirada: Percepción + Alerta

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Podias observar que su palidez no era debida a efectos del maquillaje que se pudiera dar, algunos datos lo revelaban como la concordancia del color de piel de el resto de partes visibles de su cuerpo con el de su rostro, pero no por ello debía ser vampiro aún que...había cierta posibilidad.

Esteban ya estaba empezando a desviar su idea de hincar el diente por la idea de charlar, parecia que esa sangre podía conllevar más de lo que a simple vista podía parecer... tendría que averiguarlo.

- Y muy caro - respondió sin perder ese tono medio en broma medio en serio que tenía - ¿Tendrás suficiente o piensas pagármelo todo en calor?

Lo miró de arriba a bajo relamiéndose, y aunque el contexto que intentaba darle era otro, realmente estaba ya con el babero puesto.

- ¿En tí todo es en grandes contidades? - dijo, Los ojos verdes al fin se fijaron en Esteban y tenían una mirada fiera y depredadora. Sonrió de nuevo, una sonrisa en la que mostraba los colmillos sin pudor alguno. - Excelente.

Esteban se sorprendió un poco al ver los colmillos, no porque no tuviese una pequeña intuición sino porque había perdido una presa. - mmm... - múrmuro Esteban - ¿Una vampirita cachonda? ¿De verdad quieres comprobar lo que tengo escondido? - Ciertamente seguía sorprendido seguro que ella sabía que él era un vástago también y aún asi seguía interesada en él de un modo al que Esteban no estaba acostumbrado a tratar con sus congéneres.

Estos drogadictos de hoy día. Tanto descontrol y tanta química que parecía haber perdido su "toque". Ese que hace salir corriendo a la comida. ¡Qué frustración!

El lenguaje corporal cambió de inmediato. Pasó de la sobreactuación que tanto gustaban a los que buscaban acompañantes de esquina, a una totalmente diferente. Se dobló, dejando caer la cabeza hacia abajo. El torso caía como el de una marioneta al que le han cortado los hilos. El pelo lacio tapaba el rostro mirando al suelo.

Lacia... Así permaneció un rato...

Se incorporó de forma inesperada, con un gran gruñido más parecido al de un animal que al que produjese la garganta de un ser humano. Los colmillos en la boca abierta y amenazante. Los ojos encendidos de una luz roja.

Off: Manipulación+intimidación, honey xD

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Tirada de F.V.:

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Esteban permaneció tranquilo, pero no le habia gustado esa reacción asi que dió un paso hacia atrás - Vamos guapa tampoco es para ponerse así. - "Joder con la tipa, puro bombón relleno de muerte." El Brujah extendió los brazos a modo tranquilizador - Mira que te parece si empezamos de nuevo, soy Esteban y no quiero problemas en estos momentos... soy nuevo en la ciudad y ya sabes, encontrar problema al segundo día yo diría que es empezar con mal pie. -

Continuó gruñendo con las manos en alto y los dedos doblados imitando garras. No tardó mucho en darse cuenta que estaba haciendo el gilipollas, por lo que en un arranque de dignidad las bajó rapidamente, escondiéndolas a la espalda.

Se apartó los pelos de la cara girando con ímpetu la cabeza.Se tiró de la falda hacia abajo y del escote hacia arriba. Tanto colmillos como la luz roja desaparecieron. Se cruzó de brazos, con cara de circunstancias y la sonrisa burlona, torcida.Acababa de hacer el canelo. Este tío no era comida.

- ¡Hey! ¡Hey! Para ex-futura cena. ¡Joder! Eres de los que le sueltan su vida al primero que pasa, ¿eh?

Esteban comenzo a reir - Tiene gracia, ambos pensamos lo mismo. - Su risa fue parando a veces resultaa hasta molesto. - Vamos soy un buen samaritano. - Dijo mientras se subía el cuello y enseñaba los colmillos - Ayudo a hacer cualquier cosa a cambio de una buena recompensa... siempre que no me desvie del camino. - Mientras lo decia hacia gestos claros de mofa hacia la Iglesia. - Dime preciosidad ¿Cómo te llamas? -. Parece que seguía tu ritmo, ahora se mostraba bastante más chulo que antes.

Tenía gracia. Buen samaritano mezclado con una buena recompensa. Un Vástago buen samaritano. Eso hizo que soltase una risilla burlona, inevitablemente despertó su interés.

Alzó una ceja, haciéndose la incrédula.

- Preciosidad - respondió con descaro a la pregunta del nombre - Pero para tí, solo por ser para tí, ¿eh? Señorita Preciosidad. A ver, sácame de mi error, honey - dijo, mirándolo de arriba a abajo de nuevo - Dime que eres agente de bolsa aunque tengas pinta de machaca.

Se dió la vuelta, sin esperar respuesta, regresando a la esquina. Que tras los dos pasitos que había dado, no estaba tan lejos. Se apoyó en la pared, o más bien se dejó caer contra ella.

- ¿Caminas solo? ¿De dónde vienes? - preguntó, estaba sin un atisbo de burla. Simplemente seria.

- Bueno señorita preciosidad, digamos que nunca se me dieron bien los números... al menos no como para ser eso... - hizo un gesto como de no entender demasiado que hace un agente de bolsa - Bueno de momento si camino por mi cuenta, he conocido algunos vástagos en esta ciudad, pero por el momento desde que llegué de Los Ángeles ando sólo. ¿Y qué me cuentas de ti preciosidad? -

- ¿De momento? - se echó a reír - No jodas que piensas unirte a una secta de mierda. Me decepcionas, tío. LA, por libre. Tienes todas las papeletas para ser un puto anarca, ¿o no? ¿Yo? Yo soy la señorita preciosidad. He viajado por medio mundo y me he establecido hace poco en esta ciudad de mierda. Pero estás de suerte colega, aún hay sitios para los que vamos a nuestra bola. Más allá de dominios y mierda del Sabbat.

Lo miró y extendió una mano.

- Dejate caer y dame un cigarrito, ¿no?

- ¿Una secta? eso ya no es lo mio preciosidad. Cuando he dicho de momento me referia a que entre los que somos independientes también hay uniones ¿o no?. - Esteban gesticulaba poco ahora, hablaba serio. - Y no tengo tabaco, pero antes me habia parecido verte con un cigarro, ¿qué has hecho con él? - Espero un poco para ver si la señorita preciosidad contestaba y continuó - Por cierto, ¿qué lugares son esos donde podemos ser libres? -

- Se me ha caído intentando asustarte. ¡Bah! - dijo, levantando la mano y dejandola caer con desgana - ¡Qué gran desperdicio! Ni cena, ni un puto cigarro. Contigo he hecho un mal negocio, pero lo mismo puedes compensarme contandome cómo está la cosa por LA. Después te hablaré de ese sitio. Es un garito. Un discotecón que te pasas, de esos llenos de papeo a tutiplén los findes con toda clase de sabores exóticos, no sé si me entiendes. Es un sitio neurtral, y así lo mantiene su dueño. El Cuervo Digital. Aquí hay Sabbats y Camis, por lo que no es un trabajo fácil. ¿Tú a que te dedicas? Lo mismo con esa pinta de dar hostias como panes te contrata de contable.

Esteban habia perdido la noción de lo que decía aquea chica cuando dijo el nombre del garito - El Cuervo Digital, repitió casi para si mismo. - después de que la chica terminará de hablar Esteban continuó. - No se si conoces L.A. pero serían historias largas de contar, pero a fin de cuentas L.A. está cambiando a su ritmo. - Dejo pasar unos segundos como haciendo memoria de que más tenia que habar - ¡ah! y sobre a que me dedico... digamos que sigo mi objetivo y hasta que lo cumpla vivo como puedo, ya sabes viendome ya te imaginaras como consigo mi sustengo. - Echó una leve carcajada y continuó - ¿Por cierto quién es ese dueño que consigue mantener a raya a las dos sectas? debe ser impresioannte... -