Día 9 [03:30] [¿Alguien se atreve? - Aeropuerto y cercanías] Isaac - poqe (cerrado)

Roland no dice más, abre la puerta del lado para cubrirse con ella mientras se prepara para su siguiente movimiento, le indica a Daniel que tome el otro lado para empezar con su parte y dividirse en sentidos diferentes. En cuanto al chico, no había manera de sacarlo de allí, la única posibilidad que parecía tener era que los atacantes desaparecieran...

Antes de actuar, El Tzimisce intento retirar el arma que lo empalaba, quizá así, podría ser de ayuda.

OFF.- ¿Hay algún sitio dónde ocultarse y/o cubrirse que no sea la furgoneta? Portales, escaleras, árboles...? He visto que hay edificios... cómo son? ¿hay alguna manera de entrar como ventanas, callejones...? También me gustaría saber a qué distancia en metros están los cazadores y los posibles elementos de cobertura.

Daniel salió por la parte de atrás de la furgoneta. En el último momento tuvo una idea y cogió una maleta llena de ropa. La sujetó con fuerza contra su pecho. Tal vez sirviera para frenar la flecha e impedir que llegara al corazón.

Perdón, me faltaba eso

Los arboles que se ven en la foto, estan en el sitio.
Los Edificios son locales comerciales, todos estan cerrados, pero tienen puertas y mostradores de vidrio. No hay escaleras o portales.

Isaac, tira fuerza + Potencia, al primer intento la flecha parece enterrada por los dioses, aunque el chico esta inconsciente, letargo quizá

OFF.- Vale. A ver si lo he entendido. Ahora mismo estamos a... ¿40 metros de los cazadores? El asfalto va paralelo a, una línea de locales comerciales a la izquierda, y a un espacio ajardinado con árboles a la derecha. Es decir, que si yo corro hacia la línea de árboles, que no debe estar a más de cinco o seis metros, seguiré estando a la misma distancia (o incluso algo más) de los cazadores. Eso suponiendo que ellos no se muevan. Sería como una "U". En el extremo superior izquierdo está el arquero. En el extremo inferior izquierdo la furgoneta. En el extremo superior derecho, la estatua y el tirador. En el extremo inferior derecho, el lugar que quiero alcanzar corriendo (en realidad un poco más hacia abajo, porque quiero darle la espalda al arquero, protegiéndola con la maleta, como si fuera una mochila).

ON.- Daniel miró hacia los lados. Pensó en romper un cristal de un comercio. Intuía que tendría más posibilidades en un entorno cerrado, donde sus garras y su habilidad le daban una ventaja decisiva. Por otro lado, no le hacía ninguna gracia meterse en una ratonera. Si no había salida trasera, quedaría atrapado entre la espada y la pared.

Los árboles le daban una cobertura más ligera, pero tampoco le cerraban las vías de escape. Daniel le susurró al Espectro:

- ¡Roland! Creo que puedo llega a la línea de árboles que hay en ese jardín. Me cubriré con esta maleta llena de ropa. No creo que me proteja de las balas, pero dudo que una flecha pueda atravesarla. Si no me dan en el corazón será difícil que me tumben. Si quieres, espera un poco y corre detrás mío cuando dispare el arquero. No creo que le de tiempo a recargar y disparar con precisión antes de que te pongas a cubierto. Una vez allí podemos intentar dividirnos. Pero no te aconsejo que te metas en esos comercios. Podrías quedarte atrapado.

Empezó a contar hasta tres en voz muy baja...

OFF.- He editado fallos de redacción en un par de posts, es lo que tiene escribir currando... Lo siento. No he cambiado acciones ni intenciones.

No había mucho tiempo mientras que Daniel hablaba y la siguiente acción de los atacantes, Roland sólo lo intentaría una vez. Jalo con gran fuerza la flecha para intentar retirarla y rescatar una nueva posibilidad en aquella encerrada situación.

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Fuerza + potencia

1 éxito por especialización.

El miembro 'Isaac' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' :

Resultados :

La flecha ceda pero se parte sin salir completamente, aunque rápidamente el Tzimisce se da cuanta que ya no esta clavada en el corazón del cainita, que convulsiona un poco, sin reacciones positivas, es claro que esta en letargo en ese momento.

El Tzimisce escucha una voz femenina que dice - van a correr a los árboles - los pasos siguen acercándose... ahora ¿Como es que sabe lo que van a hacer?

OFF.- ¿A qué distancia estamos de cada cosa? ¿cuánto tardaríamos, en asaltos, en llegar a los árboles o en entrar en cuerpo a cuerpo con el arquero?

Están a un turno del arquero, a dos del hombre de gabán (en adelante "detonador") y a tres turnos de la mujer.
Están a un turno de los arboles/arbustos y a dos turnos de las tiendas del edificio.
A sus espaldas solo hay calle, a tres turnos la intersección.

Roland al final desiste de la idea, por el momento el "chaval" se tendrá que quedar y confiar en que todo acabara para bien suyo. Entonces observa a Daniel y asiente con la cabeza para efectuar su jugada, era hora de salir...

Daniel oye los pasos acercarse. Empieza a contar para salir corriendo, pero decide esperar. Tiene algo que hacer antes... un familiar cosquilleo recorre la punta de los dedos.

Las uñas crecen, se hacen fuertes y afiladas como navajas. Los dedos se musculan, la mano se hace más grande y un ligero vello recubre su piel.

Así está mejor. Si realmente el Cazador está tan cerca como parece, tal vez se lleve una sorpresa.

Creo el tema de combate.
http://www.barcelona-nocturno.com/t2021-dia-9-0330-alguien-se-atreve-isaac-poqe-cerrado-combate#68157

Mientras los segundos pasaban, la situación se iba volviendo más apretada, Roland escucho unas palabras de aquella mujer y parecían poder escucharlos a su vez. Eso le daba una idea...

Luego de ver la señal de Daniel, el Dragón asintió, como ya lo había hecho unos segundos antes, que prosiguiera con su movimiento y para ello dijo:

-¡¡¡Corre!!!

Quizá eso les daría la siguiente ventaja en la batalla y los distraería, sólo confiaba en que el otro strigoi fuera buen atleta.

Luego, allí detrás de esa camioneta, algo empezó a cambiar en el Tzimisce, y todos verían el porque son llamados Dragones los de su clan. El Tamaño de Roland aumento hasta los fabulosos dos metros y medio, la cabeza se alargo y tomo la mítica forma de los reyes del cielo, los legendarios Dragones. Unos pinchos y una forma correosa terminaron por "engalanarlo".

Daniel hace lo propio, sale disparado como una bala, sorteando los obstáculos, su bestia se arremolina cuando la flecha corta el viento mientras viaja hacia su corazón, por fortuna para el cainita, el madero continúa su viaje sin estrellarse y finalmente cae sin impulso al suelo.

Los hombres empieza a moverse.

Daniel corrió en zig-zag hacia la relativa seguridad de los árboles. No eran muy frondosos pero había setos y algunos matorrales. Afortunadamente no era un cuidado jardín de una calle principal sino más bien una dejada mediana de polígono.

Escuchó el silbido de la flecha cerca de su cabeza, pero afortunadamente no le alcanzó. Llegó hasta la línea de árboles y se zambulló entre los matojos. Se giró para mirar hacia atrás. Se quedó mudo por un segundo. El Espectro se había convertido en una especie de dragón gigante.

"¿Qué demonios es eso?", pensó. Sospechó haber acertado especialmente con la expresión.

Pero no tenía tiempo para platearse nada más. Si ese bicho estaba de su lado, perfecto. Activó su visión nocturna y empezó a moverse aprovechando la oscuridad y los troncos de los árboles. Escuchó un disparo frente a él, y la bala se estrelló en un tronco cercano. Sonrió. No era un bosque, pero serviría a falta de algo mejor.

Tras todas estas pericias el Gangrel se salvó, pero la sorpresa más grande no fue esa... sino la demoníaca aparición del Tzimisce, esto si que sería trascendental para la vida de estos tres cazadores, ahora toda la ambición, reconocimiento o simplemente designio de Dios estaría a flor de piel, casi tangible... y por supuesto, una de las grandes hazañas para ser recordada en los anales de la inquisición. Barcelona ciudad de Demonios, el futuro cercano de la ciudad se veía un poco comprometido.

Una voz gutural y salida del mismo infierno recorrió todos los rincones del sitio, los hombres flaqueron ante tal profanación, ante tal demostración, su valor se vio quebrantado, la horrenda figura era propia del Malleus Maleficarum y por supuesto debía ser expurgada.

Los hombres se retiraron unos metros, aunque segundos antes pudieron escuchar un grito de su hermana vidente.

- DEMONIO!!! - aunque para su lástima fue ahogado por el rugir del Dragón

Luego, la mujer enciende el coche y se dispone a acelerar, o quizá simplemente lo hace para estar lista a escapar, se mueve hasta la altura de los hombres quedando atrás de ellos, en la calle. Mientras tanto, los cazadores se escudan con lo mejor que pueden lograr, simple pero efectivo, derraman combustible suficiente para crear un muro de fuego, que se enciende mientras una risilla malvada para querer acabar de una vez por todas con el pecado que tienen en frente... aunque evidentemente esta no es su única arma, pues mientras el líquido cae y las llamas empiezan a danzar, el arquero invoca la gracia de Dios nuestro señor, imbuido en una imagen sagrada.

- En el nombre de Dios!!!... Retrocede, criatura del Demónio!!! -

Los cainitas sin embargo, no ceden aún ante las armas inquisidoras, el Gangral hace una incursión peligrosa hacia los dos sujetos y se acerca hasta tenerlos en el filo de sus garras, mientras que el Tzimisce, llevando su bestia literalmente a flor de piel, sigue rugiendo con la intención de amedrentar los leopoldinos.

CORAJE

OFF.- Disculpa pero no he entendido bien a qué distancia estoy de ellos ¿a un turno ya? Estoy avanzando por la zona ajardinada hacia la estatua.

El miembro 'poqe' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' :

Resultados :

El miembro 'Isaac' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' :

Resultados :

Nota: La segunda intimidación surte efecto?


Como dicen, "no necesita el Dragón consumir todo el poblado, tan solo la sombra de su figura basta para atemorizar a los pueblerinos; a menos claro, que desee hacerlo". La figura de Roland ahora hecho Zulo, avanzaba aplastante hacia los humanos y rugía con cada paso que daba mientras sus zarpas hacían el suelo crepitar similar al ruido de algo quebrándose.

Luego el fuego apareció dándole un brillo particular a sus ojos y a su piel que sólo aumentaban su expresión de poder. Ellos, los sabbats no temían al fuego!!

Pero la criatura Diabólica no retrocedía, era increible que un acto de fe como este no diera resultado, ¿Tan grande sería la maldad en esta ciudad?...

Eso le daba tiempo al Gangrel de acercarse precavidamente sin arriesgar, pudo soportar el miedo rojo sin gran problema, tanto que sus garras abrazaron del asolador fuego...

Pero antes los cazadores tenían una última traba, el detonador sacó una granada y en un rápido movimiento activó el artefacto e hizo un lanzamiento que le dejó vulnerable... la granada voló por los aires y se detuvo a unos centímetros de la camioneta, y del Dragón que trataba de saltar tan lejos como pudiera.

El arquero se dirigió rápidamente al coche, pero en medio de la carrera escuchó las garras hundiéndose en la carne, su compañero había sido alcanzado... quizá la suerte divina o la fiereza del fuego evitaron una tragedia mayor, pero el daño estaba hecho, la mano del cazador, su martillo de los herejes estaba destrozado... pudo correr al auto pero no tenía certeza de vivir.
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El arquero y detonador (2 niveles de salud agravado) suben al auto.
poqe esta detrás del fuego y a un turno del coche sobre pavimento.
Roland salta, no tan lejos como quisiera pero se aleja.

Daniel atajó entre los árboles. Ante él se levantaron las llamas y tras ellas pudo vislumbrar los movimientos y rezos de los Cazadores. El Dragón atraía toda su atención. Les iba a demostrar hasta qué punto era un error darle la espalda.

Aulló como el depredador que era. Saltó fuera de la zona ajardinada y por encima de las llamas y se abalanzó sobre el cazador más cercano. Le vio lanzar una granada hacia la furgoneta y girarse hacia el coche.

No huyó lo bastante rápido. Un fulgurante zarpazo acertó en el costado del cazador. Las garras de Daniel laceraron la ropa, la piel y la carne del humano y, aunque se sorprendió de que fuera todavía capaz de caminar, supo con certeza que le había herido gravemente.