[Día 2 - Cuervo Digital] Encuentro con Alice (Alice y Marco)

El Cuervo Digital de Barcelona:

Es un local de dos pisos abiertos al público, construido en un antiguo teatro usa la parte inferior como pista de baile y el segundo piso como reservados y zonas V.I.P.

La gente que acude a él es muy diversa, desde los sectores más snob y sofisticados hasta los más macarras de la ciudad, sin contar que es uno de los principales lugares de encuentro de cainitas, como lugar es neutral, ya que el dueño el Señor Fisk es un completo desconocido.

El Cuervo Digital es un lugar común donde cainitas de todo tipo se reunen y cruzan en las noches de Barcelona.



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La luna brillaba en el cielo nocturno de la ciudad Condal, mientras un recién llegado a la ciudad se dirigía hacia lo que había oído uno de los mayores locales de ocio y diversión de Barcelona. Aquella noche se había recortado la barba para dar un aire de mayor seriedad y se había vestido elegantemente con una ajustada camisa negra con el cuello abierto, unos pantalones oscuros y unos cómodos zapatos. El cabello como el ónice,largo y liso caía con gracia sobre su cuello y su mirada aunque brillante y atenta, parecía atisbarse ciertamente entristecida, como si aquella noche le hubiera sido arrebatado algo de especial importancia para él.

Marco se deslizaba grácilmente entre el grupo que hacía cola para entrar en el Cuervo Digital, hasta que llego ante uno de esos anabolizados securatas que custodiaba la entrada. Tras una breve revisión visual, le indicó a aquel extranjero de buen aspecto que se adentrara.

Cuando las puertas se abrieron, el ruido de la calle se debilitó y una música emergió del interior. Al reconocer las primeras notas de la melodía, se sintió aún más indefenso, al recordar con quién había disfrutado aquella melodía.

https://www.youtube.com/watch?v=dAN9sKlOZxE

Algo tuvo que pasar, porque nada más pisar el suelo de aquel antro, todas las miradas se centraron en él. Quizás aquellas féminas lo veían como una posible y apetecible presa, quizás una noche en la que uno prefería disfrutar pasando desapercibido se torcía y se convertía en el rey del baile,…quizás esa noche deseaba sentirse una vez humano y no sólo un letal depredador.

Marco veía como mientras intentaba pasar entre grupos de personas, estas estrechaban el pasillo y a pesar de la música hacían comentarios. Él parecía empequeñecerse ante aquella constante situación y notaba como mientras intentaba pasar entre aquella muchedumbre, su cuerpo se rozaba constantemente. Intentaba mantener una sonrisa en el rostro, mientras se excusaba y atravesaba a aquellos seres que sólo deseaban una noche de placer… no sé dio cuenta de que se acercaba a una bella joven de cabellos dorados y ojos azul turquesa que se movía sinuosamente. La joven al notar el contacto de aquel hombre se giró y al parecerle grato lo que sus ojos vieron decidió rodear con sus brazos a aquel apuesto joven, mientras sus caderas se contorneaban cerca de su cintura.

-Hola guapo, quieres bailar y echar un buen rato… dijo con insinuante mirada y seductora voz muy cerca de su oído.

-Por supuesto, bellisima… dijo con su característico acento mostrando una fingida sonrisa pícarona para librarse de aquella mujer… dejadme que vaya a por una copa, no tardo… y muy lentamente se deslizó de la presa de aquella mujer y se dirigió a un lugar más apartado de la barra para pedir un vodka con naranja.

No había pasado ni dos minutos cuando una mano se deslizó sobre su espalda y se cernió sobre la copa que había pedido. Cuando Marco se volvió a girar vio a la misma chica y dos amigas que la habían acompañado. Una de ellas era bastante alta, de tez bronceada y pelo rizado y negro, la otra una joven más pequeña, pelirroja y pecosa y con un gran escote.

-Oye cielo, estás sólo verdad… dijo advirtiendo que no había nadie más con él, mientras ponía la palma de su mano sobre el torso de él … porque no vienes con Emma, Rebeca y conmigo… te prometo que esta noche será inolvidable… dijo mientras se mordía el labio inferior y lo miraba con deseo.

Quizás en otra ocasión no hubiera dejado pasar aquella irrepetible oportunidad, quizás debía ver aquello como una manera de olvidar a una sola mujer… pero, lo cierto es que ahora deseaba no encontrarse en aquella situación, no sabía que responder ni que hacer para alejar a aquella hábil felina que había plantado sus garras sobre él…

Si Marco esperaba un milagro, no lo encontró. Aquellas preciosas mujeres lo observaban con tentadoras sonrisas en sus bellos y distintos rostros. La de ojos negros parecía intentar penetrar con su mirada en su interior y vislumbrar su negra alma. La chica de cabellos rojizos miraba con un tierno e infantil rostro que le daba esas pequeñas pecas, pero que bajo aquella inocente apariencia se vislumbra un ardiente espíritu. Pero, la líder de la manada era sin lugar a duda, la mujer de dorados bucles encrespados y mirada felina… ella era la que sin lugar a duda les hubiera arrebatado aquella presa a sus dos amigas y competidoras. Entonces, Marco reaccionó como mejor pudo y creyó conveniente y empezó a hablar.

-No lo dudo en absoluto… dijo mientras una media sonrisa se iba formando poco a poco en sus carnosos labios y dejaba entrever unos perlados dientes … es más, sería un completo estúpido si yo mismo me privará de la compañía de tres Diosas caídas del cielo… comento mientras veía que de los labios de aquellas chicas escapaba una sonrisilla y sus mejillas se ruborizaban.

-Me gusta eso de Diosa… dijo mientras desviaba la mirada hacia arriba y zigzagueaba el dedo índice por el torso de Marco y entonces volvió a clavar sus azulados ojos sobre los de él …pero si queréis me podéis llamar Nerea… y por cierto, como se llama el encantador hombre de preciosos ojos verdes…añadió ladeando la cabeza y acercándose un poco más hacia el hombre.

-Marco… respondió el joven rápidamente mientras mantenía fija la mirada en Nerea y entonces miró a las otras dos chicas y con voz suave le dijo …Emma, Rebeca, pediros lo que queráis, yo invito…

-Gracias cielo… dijeron ambas al unísono y se dirigieron a la barra, dejando solo al Lasombra ante aquella experta cazadora.

-Como iba diciendo… comentaba con voz dulce y cálida, mientras sus manos se dirigían a las de Nerea y las acogía con gran suavidad acariciándola… sería un completo idiota si dejará pasar esta oportunidad… pero para serte sincera, preciosa, esta noche he roto con mi pareja y voy a estar con la mente en otro lugar, además… no sería ni justo para ella ni para ti… sería aprovecharme de alguien especial como tú…

-Aisss… suspiró mientras meneaba la cabeza y no podía contener el morderse el labio inferior tironeando de él …te diría que te aprovecharás de mí… pero te comprendo… dijo separando la mano de las suyas para ponerla sobre la mejilla de él … ya no existen caballeros como tú… y dicho esto, le depositó un beso en la otra mejilla mientras deslizaba la mano en una tierna caricia.

En ese instante, sus amigas regresaron con unas copas en sus manos.

-Bien, nos vamos a pasar un buen rato… dijo la pelirroja guiñando un ojo.

-Vámonos, pero hoy Marco no nos acompañará… añadió Nerea, mientras una sonrisa maliciosa aparecía en sus labios …aunque quizás, mañana no te dejemos escapar…

-Que lástima… hoy hubiera sido el mejor día de tu vida… comento la morena y en ese instante las tres se miraron y sonrieron como si cómplices de un secreto.

https://www.youtube.com/watch?v=RQa7SvVCdZk

En ese instante, la canción cambió y las tres pegaron un gritito de alegría, mientras empezaban imitaban la coreografía de la canción y se alejaban haciendo movimientos sensuales y gestos como si fueran gatitas y arañaran.

-No lo olvides Marco… nadie dice no a Nerea, así que no intentes huir, porque no podrás y tarde o temprano serás mío…añadió soltando una carcajada de victoria. Dicho esto, las tres se fundieron con el resto de la masa danzante.

Sin poder evitarlo, el Lasombra dejó salir un suspiro de alivio y miró alrededor. Aún sentía presencias que lo observaban así que lentamente se volvió a dirigir hacia la barra, para pedir una bebida y así intentar pasar desapercibido.

Marco se colocó en un lateral de la barra para pedir, un poco alejado de grupos y de personas que no dejaban de mirarlo como si fuera alguien importante.Entonces a sus oídos llegó una lejana conversación entre todo el jaleo.

-Yo creo que sí, me suena de haberlo visto en la televisión... comentaba un chaval con voz algo femenina.

-Seguro Edu..., no creo, quizás sea algún músico o algo, tiene pinta de saber tocar la guitarra, quizás debieramos pedirle una autografo Ana... dijo riéndose la típica adolescente que vestía con un traje ceñido y se maquillaba demasiado el rostro para que la dejaran entrar en aquel lugar.

-Que tonterías dices Ana, estoy seguro de que es modelo, me parece haberlo visto en alguna revista de moda... me parece que era la de Homme añadió otra de aquellas crías que poblaban esa noche esa sala de música y diversión.

Entonces en ese momento, una voz más cercana distrajo la atención de aquella estúpida conversación y se giró para ver el rostro de la nueva mujer que lo acosaba.

-Scusi Alice... ¿te conozco de algo? preguntó entrecerrando los ojos mientras ponía atención en las facciones de aquella mujer que lo trataba tan cordialmente. Sus almendrados ojos esmeraldas miraban los de ella.

Marco escuchaba atentamente a aquella nueva mujer que se le había acercado, pero por suerte, sus intenciones parecían diferentes a las del grupo anterior. Cuando el camarero se acercó a ella, esta denegó con la cabeza y una duda sobrevoló sobre la mente del Lasombra... sería una cainita... no estaba seguro.

Entonces, escuchó de nuevo ese nombre, Nerea y arqueó la ceja izquierda al escuchar la proposición que le había echó la fogosa pelirroja. Al desviar la mirada tras Alice vio como la atenta Nerea, mientras seducía a otro joven, no quitaba ojo de él.

Los labios de aquel joven de ascendencia italiana, se iban a separar para hablar e intentar encontrar alguna lógica a aquella extraña y desenfrenada noche, cuando aquella mujer volvió a hablar.Su cuello se giró para observar atentamente la expresión algo confusa y extrañada de Marco.

-Bien... dejadme pensar un instante ... comento mientras se acariciaba la barbilla y evaluaba cual de las dos opciones elegir. Tras un breve segundo y ver como Nerea, lo miraba con satisfacción, pensando que daría largas a esa don nadie, esbozó una pícara sonrisa y asintió con la cabeza.

-De acuerdo Alice, has ganado, esta noche me apetece hablar con una persona normal... aunque algo me dice que mañana me voy a arrepentir de todo esto... dijo soltando una carcajada que sabría que irritaria aún más a su cazadora y que haría que su orgullo dolido, la hiciera caer en otra ocasión para redimirse por el fracaso.

-Por cierto... dijo mientras sus dedos se introducían entre aquellos oscuros cabellos lisos para quitarse algunos mechones que caían sobre su frente ... tan viejo parezco... es cierto que no es la primera vez que me pasa esto en estos últimos años... pero siglos... añadió mientras ponía una sonrisa burlona ... me parece exagerado... aún no he llegado ni al cuarto de centena...si es alguna clase de piropo, he de admitir que es la primera vez que me lo dicen... comento en broma,mientras escrudiñaba la reacción de la mujer, para así confirma una duda que lo había asaltado.

-No, no lo es... respondió aquel moderno Adonis mientras sus palabras quedaban ocultas bajo la letra de la canción. Sus ojos se desviaron hacia el lugar que indicaba Alice y esbozando una sonrisa asintió con la cabeza. Aquel lugar era el rincón perfecto para si bien al menos no pasar totalmente desapercibido, si alejarse de la zona central de baile, un excelente sitio para poder charlar más tranquilamente.

Marco hizó una señal con la mano, indicándole que ella iniciara la marcha y ciertamente, era un acto de caballero. Una vez, la joven empezó a caminar entre la multitud hacia el lugar elegido, el Lasombra la siguió, sabiendo muy bien, que aquella chica estaba creando grandes envidias y rencorosas enemigas, pero aquello no le importó.

Girando un poco el asiento para acercarlo al de ella y que ambos pudieran hablar más de cerca, aquel hombre tomó asiento, mientras dirigía sus brillantes ojos que en aquella oscuridad tomaban una tonalidad más azulada debido al juego de luces de la sala. Justo cuando iba a hablar empezó a sonar uno de los temas musicales más energicos y vitales que había escuchado.


-Soy nuevo en la ciudad, llegué ayer en un vuelo a Barcelona... dijo elevando un poco la voz para que la chica lo oyerá, mientras en su mente pensaba en cómo explicarle a lo que se dedicaba ... en cuanto a mi profesión, es curioso que me lo preguntes, creo que te vas a reír cuando te la diga... comentaba en voz alta, mientras sus facciones tornaban un aspecto alegre y ligeramente divertido, con una mueca traviesa en sus labios ... soy mago, hago desaparecer cosas... y tú, Alice, ¿a qué te dedicas?, dijo inclinándose un poco su atlético cuerpo hacia ella, mientras su fija mirada no quitaba ojo de ella.

Editado: eliminado link de música, no me había dado cuenta de que ya lo habías puesto ^^.

Marco advirtió ese pequeño gesto de Alice y se separó lentamente, habiendo captado el significado. Hoy no deseaba seducir en absoluto, sólo quería disfrutar de unos momentos de tranquilidad y olvidar preocupaciones, así que con una sonrisa escuchó la voz de la mujer.

-Interesante... es usted agente de la ley, señorita... dijo con voz pausada y serena ...si me permite llamarla así, Alice.

Entonces se recostó hacia atrás en el asiento y soltó una pequeña sonrisa, desviando la mirada hacia el techo del "Cuervo".

-De acuerdo... dijo volviendo a clavar sus esmeraldinos orbes en ella ... os haré un pequeño truco, pero para ello necesito una moneda... dijo con mirada astuta mientras extendía su mano izquierda hacia ti ...como, supongo que dudaréis si acaso trabajo con algún tipo de moneda especial os pediré una vuestra aunque...

La mujer deseosa de ver en que consistía el truco, extendía un euro que tenía en la mano y Marco se sintió sorprendido.

-Vaya... que rapidez... dijo mientras pillaba entre sus dedos indice y pulgar el objeto y lo sostenía frente a ella ... bien, veamos que tal sale... llevo tiempo sin prácticar este... dijo y entonces se paso la moneda a la mano derecha.

-Bien, veis que es vuestra moneda... dijo mientras enseñaba el anverso y el reverso y un débil destello plateado de una luz te deslumbro brevemente ... ahora, voy a hacer que la veais... dijo mientras agitaba los dedos, como calentandolos para la presdigitación ... como se mueve entre mis manos ante vuestros ojos ... y mientras decía aquello la moneda rodaba entre sus dedos como si de escalones se tratara y caía por la parte del meñique volviéndo a surgir entre el indice y el pulgar de nuevo. No había lugar a duda, aquel hombre tenía una gran agilidad con sus dedos, habría que estar atento al truco.

Dandole un golpecito, lanzó la moneda a la otra mano y la atrapó en el vuelo y mostrando una sonrisa añadió ... desapareció... y abrió el puño y la volvió a mostrar ...no, aún... pero pronto dejaréis de verla... comento mientras cerraba de nuevo aquel puño y el de la mano contraria y ambos golpeaba contra las rodillas de Marco. Abrió de nuevo las manos mientras sus codos estaban flexionados y volvió a enseñar como estaba la moneda, entonces repitió lo mismo y cerró las manos, golpeando de nuevo sobre sus piernas y así lo repitió una vez más cuando en uno de esas aperturas de palmas, la moneda había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos.

Marco sintió como en uno de aquellos rápidos movimientos, la moneda se había deslizado dentro de su manga y acaba rodando por dentro de su camiseta, pero había creado tal distracción que difícilmente con los destellos, la oscuridad y su habilidad, la joven se daría cuenta.

-Bien, como véis la moneda ha desaparecido... dijo mientras extendía las manos frente a ti para que vieras que en ninguna de sus palmas se hallaban. Él noto como la moneda descendió a través de su cuerpo y quedó atrapada en la parte baja de su camiseta al doblar levemente la rodilla ... aún así, no os preocupéis, te prometo que la encontraré, si me dejáis... dijo mientras acercaba uno de sus manos hacia el rostro de ella y la otra la ponía sobre su propio regazo ... quizás la encuentre en vos... a lo mejor la tenéis escondida en la boca, como hacían los griegos antiguos para pagar a Caronte... dijo mientras su dedo índice se posaba sobre el labio inferior de la joven y su otra mano parecía intentar dirigirse hacia la parte de atrás de su cabello para que no moviera la cabeza ... o quizás... no la habéis oído como se escondía tras de tí... dijo dándote un leve golpecito con algo metálico en el pabellón del oído y en aquella mano, sobre la palma se encontraba aquel euro.

-Tachan!!! ¿os ha gustado?... dijo mientras sonreía ampliamente y mantenía la palma abierta en señal de que podía recoger lo que era suyo.

Una sonora carcajada salió de la boca de Marco, al escuchar la comparación con el grandísimo Copperfield. Aquello fue la gota que colmó el vaso, con gesto muy enfadado, Nerea se giró y desapareció de la vista de ambos.

-Ojalá fuera David Copperfield... dijo frotándose el párpado izquierdo ante aquel chiste ... ojalá, ahora mismo haría desaparecer a toda la discoteca para seguir charlando tranquilamente contigo... decía mientras se reclinaba hacia atrás en el asiento y pasaba su codo izquierdo por encima del sillón. Durante unos segundos se mantuvo en silencio, con aire perdido y observando a aquella mujer. Sabía que aquel inconsciente gesto la incomodaría un poco, pero es que en su mente, parecía como si aquel rostro y aquella situación ya la hubiera vivido.

-Disculpad... dijo sacudiendo la cabeza ... he tenido un deja-vú, juraría que te conozco de antes pero no es así. En cuanto a porqué no soy un mago muy famoso... dijo volviendo a re encauzar la conversación ...es fácil, actúo en pequeñas representaciones y para un público muy selecto ... dijo guiñándole un ojo para transmitirle que aquello era secreto de mago ...y hasta ahí puedo decir, si no quiero descubrir el misterio... comento mientras sonreía y la mirada del hombre parecía buscar entre la muchedumbre en busca de aquella loba furiosa, entonces desvió de nuevo sus esmeraldinos ojos hacia ella.

-Aún así, Alice, aunque no lo creas no me gusta acaparar las miradas... decidme, que me podéis contar de ti... seguro que vuestra vida es mucho más interesante e intensa que la mía... añadió, mientras apoyaba su puño contra la barbilla y adquiría una postura de gran atención.

Tomo una gran bocanada de aire antes de hablar.

- Nunca he creído que acaparar todas las miradas fuera algo bueno ni cómodo, muy al contrario, te compadezco - Le digo sin perder la sonrisilla burlona lanzándole una mirada cargada de cierta maldad - Será que, a pesar de lo que pueda parecer, siempre he sido y soy una mujer muy tímida y retraída. También bastante celosa de mi intimidad. No me gusta que invadan mi espacio, y tampoco ir por ahí llamando la atención más de la cuenta. Intento ser siempre bastante discreta en todo lo que hago, lejos de ser presumida, resulto una persona insegura. No me gusta alardear de lo que hago bien, pero doy mucha importancia a lo que hago mal. Mi trabajo no me gusta, de algún modo que no puedo explicarte porque no te conozco lo suficiente como para eso, me fue impuesto, y la verdad es que, cuando quería dar un giro a mi vida y tomar un camino totalmente distinto, las cosas cambiaron a mi alrededor, obligándome a escoger la opción menos mala, y como siempre la que me obligaba a mirar por otros antes que por mí.

Hago una pausa, realmente no sé por qué le cuento todo esto a un completo desconocido, pero ¿Acaso importa? He pasado tanto tiempo sin hablar de cómo soy y tratando de ocultarme, que no me he dado cuenta de las ganas que tenía de poder dar algo de confianza a alguien. Le miro y me encojo de hombros.

- En cuanto a mis gustos, me encanta leer, ir al cine, nadar, jugar a la Xbox... Y los trucos de magia - Añado haciendo un leve gesto con la mano hacia él - Tienes que enseñarme alguno. Creo que tengo aptitudes, fíjate qué pronto he hecho desaparecer a esas lobas...

Marco parpadeó un par de veces, mientras sus facciones se mostraban muy atentas a la información que estaba dando aquella joven de sí. Sin saberlo, y siendo no más que un mero desconocido, aquel hombre sabía que la mujer se estaba desahogando, así que dispuesto a no interrumpir en ningún momento, se mantuvo en silencio.

Aquella sensación estaba siendo grata, estaba abstraído de toda preocupación por la emergente guerra que se iba a disputar en aquella ciudad, su mente no pensaba en que ahora mismo su Principessa estaría trabajando en su manada, ahora no necesitaba alimentarse, o al menos, podía posponer su apetito... algo extraño para una Criatura de la noche.

Acomodándose algo mejor, se inclinó hacia adelante, posando sus brazos sobre sus piernas, mientras mantenía la cabeza a la altura de los ojos de ella. Había respuestas en ella que le recordaba mucho a su vida pasada, al parecer, ella no había podido elegir lo que era... y para su pesar, Marco finalmente tampoco. Entonces, la joven empezó a hablar de temas más livianos y sonrió ante la propuesta de que le enseñará magia. Por un momento, se imagino como explicarle a una policía porque lado robar una cartera, pero desechó aquella imagen rápidamente.

-Tenéis toda la razón, Alice... dijo mientras sonreía ante sus últimas palabras ... habéis conseguido realizar un truco que a mi no se me ha dado muy bien, el de espantar a esas fieras... dijo entre pequeñas carcajadas y su mirada terminó sobre la mesita vacía que se encontraba cerca de ellos ... por cierto, si deseáis beber cualquier cosa, sólo tenéis que pedirla... que clase de caballero sería, si no invitará a la mujer que me salvo de esas feroces criaturas... comento mientras mostraba una sonrisa traviesa ... supongo que pediréis sólo agua, pero si queréis alguna bebida especial sólo pedirla... comentó, mientras sus verdosos ojos la observaban para captar la más mínima expresión ...no sé si en una discoteca venderán Nestea... dijo arrugando los labios.

-Eso sí,... dijo como volviendo a un tema anterior ... si me permites el comentario, he de decirte, que ambos coincidimos en algo, a ti, no os agrada vuestro trabajo, pero estáis obligado a cumplirlo y a mí, no me gusta llamar la atención, pero por desgracia parece una maldición inevitable de la que no puedo desprenderme... lo mío es difícil de cambiar, pero tú... eres libre para poder hacer lo que deseáis... aún eres joven terminó diciendo con total sinceridad no estando seguro aún de la condición de aquella mujer, esperando que no le sentará mal aquella opinión acerca de lo que ella podía hacer con su vida.

Al escuchar las palabras de ella, Marco se dio de que no había expresado bien su ofrecimiento. Con algo de confusión en su mirada y eligiendo bien las palabras que iba a decir a continuación dijo en el espacio que dejo Alice para responder.

-De acuerdo, será un Martini... y disculpadme, pensé que como agente de la ley, eráis una mujer sana... no supe explicarme demasiado bien... dijo mientras esbozaba una tímida sonrisa y sus facciones adquirían cierta candidez. Entonces de nuevo dejo que la joven hablara.

Cuando hizo referencia al disfraz, aquella cálida sonrisa que mostraba mientras hablaba con ella se amplió, todo parecía indicar que se imaginaba llevando a cabo aquella recomendación, pero que el resultado sería cuanto menos peculiar y gracioso.

En ese instante, la conversación, se tornó a un escenario extraño y aquellas palabras para su astuta mente, ya no sonaron tan inocentes, había dicho la palabra vampiro imprimiéndole una naturalidad que no era propia en una persona humana... quizás, la atmósfera, el ruido y sus sentidos que estaban puestos en todo lo que los rodeaba, no habían advertido la presencia de un ser como él. Su rostro, se mantuvo impasible, no mostrando lo que él sabía o pensaba, ya que eso podría desvelar su naturaleza y entonces, poco a poco se fue incorporando de la silla.

-Alice, lamento decir que creo que la Muerte es lo único que no tiene solución en esta vida... decía con voz serena y tranquila, mientras la miraba desde su posición erguida ... no creo que ningún ser, ni esos vampiros de leyenda a los cuales últimamente la gente adora y cree en ellos como una realidad absoluta, puedan evitar el llegar a un fin... entonces, paso cerca de Alice para dirigirse hacia la barra y posó la mano sobre la muñeca de esta, mientras hablaba.

-Entonces hemos dicho que queréis un Martini, ¿verdad?... bien, no tardo en traeroslo... dijo deshaciendo el breve contacto.

Tras aquel pequeño contacto, Marco confirmo una duda que había estado sobrevolando su mente en todo momento. Sería aquella mujer, una cainita... ahora lo sabía con total certeza, al tocar su muñeca esta no tenía pulso ninguno; la temperatura, normalmente más elevada entre los humanos debido a que en ellos fluía la vida, también había ayudado a deshacer su incertidumbre. Él nunca había dudado de sus instintos y de nuevo, se había visto recompensando.

Mientras se dirigía hacia la barra de aquella discoteca, Marco se movía con pasos elásticos y gráciles, como si de un auténtico depredador felino se tratara. Su mirada verdosa estaba fija sobre la camarera y aunque habían varias personas más pidiendo su consumición, él no se amedranto cuando se introdujo en un hueco y dijo en voz alta con una media sonrisa en su rostro.

-Por favor, encanto, me puedes poner un Martini seco... a lo cual, la mirada de aquella joven que había decidido ganarse algo de dinero sirviendo en el Cuervo Digital se volvió hacia aquel nuevo cliente y haciendo caso omiso de otros, se giró para preparar el combinado.

Desde su rincón, Alice pudo ver como la furiosa Nerea se acercaba por detrás del hombre con el que había compartido charla y diversión y le tocaba en la espalda, mientras en su otra mano llevaba una botella abierta. Cuando Marco se giró para encarar a aquella persona que lo había llamado, el contenido de aquella botella se desparramó por el cabello y el rostro del joven italiano, empapándolo por completo de lo que parecía agua. La música sonaba mientras tanto, pero en aquel lugar se hizo un completo silencio mientras miles de ojos se cernían a aquella escena expectantes.

-Y yo que pensaba que eras todo un caballero... dijo con voz agria y rostro contraído por la rabia mientras lo miraba con desprecio ... no eres más que otro de esos tíos estúpidos que se quieren tirar a una niñatilla inexperta... en fin, espero que así se te baje el calentón cuando la monjita te diga que no... y hecha su actuación se giró y se empezó a perder entre la gente.

-Nerea, yo... dijo alargando la mano para intentar alcanzarla, pero en ese momento, sirvieron la bebida y Marco prefirió desistir y marcharse de la barra lo antes posible, mientras se hacían comentarios. Dejo el dinero sobre la barra y se encaminó lo antes posible hacia el lugar donde se encontraba Alice.

-Disculpad la tardanza, he tenido un pequeño problema... dijo mientras los empapados cabellos caían por su frente ocultando en parte su mirada ... aunque creo que se ha solucionado, más o menos... comento esbozando una tímida sonrisa, mientras se echaba con el dorso de la mano el pelo hacia atrás ... ¿por donde ibamos charlando? dijo completamente sonriente ignorando en la cómica situación que se había metido sin querer segundos antes.

Las palabras de aquella mujer transmitían un sentido completamente diferente al que se parecía oír. Que bello era escuchar una ironía, más cuando aquellos que lo rodeaban parecían no comprender la majestuosidad del lenguaje. Los carnosos labios de Marco se entreabrieron paladeando aquellas palabras. Mientras tanto, su mirada permanecía sobre el rostro de ella y pudo apreciar como le desagradaba la mera visión de la copa, pero cortésmente se mantuvo callado.

Escucho el consejo de Alice y por su mente, una rápida idea surgió. Quizás, la excitación de imaginarse la escena hizo que su rostro no pudiera evitar, poner cierta sonrisa maliciosa, pero aquello duró no más de un segundo, cuando se levantó y se puso de pie, con la camisa cada vez más empapada.

-Quizás tengáis razón, Alice, si me disculpáis debo ir al baño y solucionar algo... dijo mientras metía sus dedos entre los cabellos y los separaba de su cabeza, mirando que aún permanecían húmedos ... os prometo no tardar mucho, además, a la vuelta os enseñaré a hacer un pequeño truco con cartas, así que... esperadme... dijo lanzando una encantadora sonrisa.

En ese instante, empezó a caminar entre la gente, en dirección al servicio, mientras pedía paso para avanzar, pero ya cuando estaba en la lejanía, te pareció ver que se paraba al lado de una mujer de cabellera rubia y le susurraba algo al oído. En ese instante, un grupo de personas se cruzó por delante de tu visión y cuando desaparecieron, Marco y aquella mujer habían desaparecido... sería acaso Nerea... no estabas seguro.

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Habían pasado diez minutos y aquel hombre parecía no volver, cuando de entre una parte de menos luz llegó una reconocida voz.

-Disculpad... dijo mientras su rostro se mostraba más vivo e iluminado que antes ... he tardado más de lo que pensaba, aún así, mirad lo que he encontrado... dijo levantando con sus dedos índice y corazón, una baraja de póker y los agitaba, esperando ilusionar a aquella mujer que había dejado descuidada por unos instantes.

//off: dejo un espacio prudencial de diez minutos para que puedas hacer lo que quieras. Supongo que tirar el cubata o algo, durante ese tiempo y con tanta gente, te va a ser difícil encontrar a Marco (si te parece bien para el orden lógico de la escena)

Off: Me parece genial, vamos al lío ^^


Vi a Marco alejarse y decirle algo a una mujer a la que no logré reconocer bien, tampoco puse demasiado empeño, en lugar de eso, paseé la vista por delante de mí y elegí a uno de los muchos hombres que pasaban por ahí. Cuando me miró, le hice un gesto, al darse cuenta de que me dirigía a él, compuso una sonrisita satisfecha y triunfadora y se acercó a mí como esperando que yo le contase los secretos del universo.

Señalé el vaso de Martini. Él lo miró y su rostro demostró confusión durante un segundo, luego volvió la vista a mí esperando una explicación.

- El camarero se ha confundido al servirme la copa - Le digo- Es una pena que se eche a perder, es Martini seco, si lo quieres, tómalo como una invitación.

Sonreí de manera agradable para adornar mis palabras, y el tipo correspondió a mi sonrisa con otra bastante bobalicona. Dejó su vaso vacío sobre la mesa y cogió el Martini, alzándolo en mi dirección un momento como dedicándome el brindis.

- Muchas gracias, preciosa, y ahora ¿Me dirás tu nombre? - Preguntó haciendo el amago de acercarse al sillón para sentarse a mi lado.

- Claro que no. Lárgate.

No necesité nada más. La expresión del humano cambió del coqueteo, a la seriedad y en un segundo, a la sorpresa y al desagrado. Detuvo el movimiento y desvió la mirada seguramente sintiéndose ridículo.
Sin decir una sola palabra, dio la media vuelta y desapareció entre la multitud. No hay como decir las cosas claras para que te entiendan rápido y bien. Sólo esperé no ganarme una ducha gratis por ello.
Pasaron algunos minutos más hasta que la agradable voz de Marco se dejó oír de nuevo. Puse mi atención en la baraja de naipes que me mostraba y sonreí.

- Estupendo, trucos de cartas, veamos si lo haces tan bien como con las monedas.

Marco vació la baraja sobre su mano izquierda y tomó asiento frente a Alice. Con la mano derecha hizo hueco en la mesita que se encontraba al lado de ella y tras notar que no estaba húmeda de las bebidas, posó las cartas sobre esta.

-Espero entonces no defraudarte... añadió Marco mientras mostraba en abanico las cartas para que la chica pudiera apreciar que estaban todos los palos y que no había cartas repetidas.



-Admiradlas bien porque os voy a hacer lo que yo llamo el juego de la Reina... dijo mientras le sonreía y ponía su mano derecha doblada tras la espalda ... y para que no dudéis de que pueda hacer trampas con una de mis manos, la esconderé y no saldrá a la luz, hasta que haya terminado... comentaba mientras le daba a aquellas últimas palabras un tono de reto ...si sale el truco, me revelaréis algo más sobre vos, si lo hago mal, os revelo un secreto mío... esta apuesta hará que lo que voy a hacer cobre más importancia para ambos... dijo con cierto tono misterioso, mientras su mirada permanecía fija sobre la de ella y sus dedos entremezclaban la baraja con gran habilidad.

-Bien, empecemos, la historia cuenta que no hace mucho tiempo, la Reina de Picas... dijo mientras le mostraba aquella carta con la Q y la pica, en el extremo superior izquierdo y en el inverso ... decidió entremezclarse con su pueblo para pasar desapercibida ante las miradas de los demás, pero, un día, llego a aquel lugar un joven mago que le prometió que fuera donde fuera y se ocultará donde se ocultará siempre la encontraría... relataba mientras partía la baraja en dos montones y los extendía sobre toda la superficie de la mesa ...la Reina, dudosa de las palabras de aquel desconocido lo puso a prueba y el día que se celebraba el mercado... iba relatando mientras metía aquella carta entre medias de unos de los montones desplegados en abanico y lo cerraba cubriéndolos con el otro montón ... se ocultó, en un principio se ilusionó ya que había pasado media hora y aún no había sido descubierta, pero justo cuando las trompetas anunciaba la salida del Rey... dijo enseñando la parte delantera de la baraja ... una mano, por sorpresa, la rozó por detrás, destacando su presencia... susurro en voz algo alta, mostrando como en la parte trasera de aquel montón había aparecido mágicamente la carta de la Reina.

-Pero ella, no se rindió... dijo mientras la verdosa mirada de Marco, observa atentamente el rostro de aquella espectadora ... y corriendo, corriendo... dijo tomando la carta y mostrándosela a ella ...se lanzó al inicio de la procesión del Rey... comentaba mientras la colocaba al inicio ...pero entonces, de nuevo una mano la tocó por detrás, desencubriendo su escondite... añadió mientras una tímida sonrisa se esbozaba en su rostro y hacia aparecer de nuevo la carta en la parte de atrás de la baraja.

-Algo enfurecida porque el mago estaba ganando en aquel reto que se había planteado, decidió hacer trampa y obligar al mago... comentaba mientras dejaba apartada la carta del montón ... a que durante diez minutos cerrará los ojos y no la buscará, el mago acepto la apuesta... comentaba mientras volvía a introducir la Reina de Picas entremedias del montón y sin mirar, con una sola mano hizo una justa separación de cartas y las volvió a entremezclar ... durante esos minutos, la Reina cambió sus ropajes con una aldeana, se enmarañó el cabello y se ensució el rostro, como miles de las laboriosas aldeanas de su tierra, aquella mujer se frotaba las manos sabiendo que jamás lo encontraría así... decía mientras mostraba la carta primera y final del mazo para que se viera que allí no se encontraba la Reina ...el mago, en un par de ocasiones creyó vislumbrar sus ropajes, pero aquello había sido un engaño para que no consiguiera su fin, así que su mente se concentró y entorno los ojos para encontrarla... decía mientras en las facciones de Marco se mostraba completa concentración mientras en una sola fila extendía toda aquella baraja y sus dedos pasaron entre la primera y segunda carta levantándola y después, como si de un dominó se tratara deslizaba sus manos de arriba a abajo la baraja ...pero entonces, justo cuando más confiada se encontraba la Reina, segura de su victoria... comentaba mientras volvía su mirada hacia la baraja y paraba la mano a media altura ...los pies de ella, empezaron a despegarse poco a poco del suelo y ... decía mientras estrechaba un par de cartas entre sus dedos, como impulsando hacia atrás la baraja ... entonces levitó y su presencia no pudo pasar desapercibida ante el mago... terminó diciendo mientras la carta empezaba a surgir sóla sin que la tocará, impulsada por las demás hacia arriba... y es que, aunque una persona especial intenté ocultar su presencia entre la muchedumbre, aquellos que nacen con un don, siempre la encontrarán... dijo mientras sacaba la carta del montón y se la extendía hacia Alice.

-Supongo que os preguntaréis que paso con aquel Mago... dijo mientras en sus labios se esbozaba una sonrisa pícara e intrigante ...yo os lo diré, la Reina lo convirtió en su consejero y amigo y ya nunca jamás, le guardó ningún secreto... terminó diciendo mientras devolvía su mano derecha hacia adelante y recogía con igual gracilidad el resto de cartas de la baraja. Sus labios se sellaron y dejó que un silencio envolviera el ambiente, mientras sus ojos brillaban con cierta chispa verdosa, sabiendo que Alice, comprendería el mensaje de aquella infantil historia.

//off: te envío por mp, el link, así puedes solapar imágenes y lectura ^^

Al ver que aquella mujer no tomaba la carta que sostenía entre sus dedos índice y corazón, hizo un rápido gesto con ellos y la carta quedó entre su palma. Él había captado el mensaje, no pensaba tomarla y revelarle nada más. Además aquella últimas palabras lo acusaban de un charlatán, lo cual no era mentira, pero a ningún embaucador le hacía gracia que lo llamaran mentiroso.

-Esta bien... dijo con tono algo más serio y bajo, mientras desviaba la mirada hacia el suelo, en particular hacia aquellas cartas ...no me hace falta ser de aquí para entender que hablo demasiado... dijo mientras ascendía lentamente la mirada ... disculpad, parece ser que es una mala costumbre de mi tierra.

En su rostro se esbozó una débil y apagada sonrisa, mientras un fogonazo de uno de los láseres le dio en los ojos e hizo que los entornará levemente durante un segundo.

-Bien, ahora seré yo quien será todo oídos... así que decidme, porque me habéis preguntado antes por la vida eterna... preguntó sin dobleces,mientras su facción se contraía y tomaba un aspecto de gran atención.