[Día 2] El encanto Malkavian [Cuervo Digital] (Alice y Mireille)

Llegué al local pensando en varias cosas a la vez.

Primera: Nunca había estado en este sitio antes, pero se suponía que era terreno neutral, así que no creo que hubiera problemas por cruzarme con alguien de otra secta.

Segunda: Esperaba que la pequeña Loxiar no tuviera problemas para entrar en el local debido a su apariencia infantil.

Por fin había logrado quedar con ella para hablar un poco y conocernos, la iniciativa había sido mía, desde que la viera actuar en la reunión de primogénitos no me quedó duda, tenía que conocerla y darme a conocer. Además, estaba esa tendencia mía a simpatizar con los de su clan, Fernando y Riku eran dos buenos ejemplos de mi "amor por los hijos de Malkav".

Me paseé por el local como Pedro por su casa hasta que encontré un buen sitio para poner el trasero. Me acomodé y esperé ver aparecer a la señorita Verónica Loxiar.

Tenía la mirada perdida en la gente que se arremolinaba en la pista, y mi mente volaba muy lejos de allí, cuando una figura se interpuso en mi linea de visión. Parpadeé y vi que se trataba de la persona a la que estaba esperando.
Sonreí al escuchar su dulce voz, que en consonancia con su apariencia, formaban una estampa "encantadora" que diría cualquier Ventrue o Toreador.

- Señorita Loxíar, llámeme solo Alice, por favor- Le pedí mientras ella se acomodaba- Bueno, una copa no me vendría mal. Me alegra que aceptase mi invitación para conocernos fuera del ambiente formal y encorsetado del Eliseo. Su participación en la reunión de los primogénitos de ayer me causó una más que grata impresión, tengo que confesarlo.

Guardé silencio esperando alguna respuesta por su parte.

- Mireille, de acuerdo - Accedí sin dejar de sorprenderme por su frágil apariencia, me pregunté lo que supongo que ya se habían preguntando muchos antes, quién sería el que la abrazó a tan corta edad y cuántos años tendría ella en realidad.
Mi sonrisa se amplió ante su comentario sobre los corsés. Yo los odiaba, y daba gracias que no me tocó vivir en la época en que una mujer sin uno de esos accesorios de tortura no era nada.

- Por supuesto que sí hiciste algo especial- Prosigo ante su siguiente comentario- No seas modesta: Conseguir que el Príncipe acabase enojado en tan corto espacio de tiempo fue en verdad una proeza digna de alabanza.

Suelto una risita burlona ante el recuerdo de la escena, y un momento después hay un hombre a mi lado, supongo que es uno de los camareros, o en cualquier caso, quien traerá nuestras bebidas.

- Tomaré lo único que puedo tomar - Respondo reacia a expecificar, por algún motivo me cuesta pedir que me sirvan sangre.

Off: Mi pje tiende a no pedir sangre por las buenas y menos en lugares públicos que no conoce, por si las dudas, no mencionó directamente que quería sangre por este motivo, y porque no sabía si el hombre era camarero del lugar u otro tipo de persona traído por Verónica.
Cabe decir que, en otras circunstancias, no me fiaría ni un pelo de la sangre que me sirve un vástago, seguramente no la tomaría o haría una tirada para asegurarme de que sea "limpia", pero esta vez paso por alto eso y me fio. ^^
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Agradezco al hombre la copa con un gesto y a la niña con otro, y la alzo un momento hacia ella antes de tomar un corto trago.

- Yo sin embargo creo que tus comentarios son tan válidos para ser tomados en cuenta como los de cualquier otro vástago, ni ser una niña, ni ser miembro del clan Malkavian, me parecen motivos suficientes para no tomar en cuenta tus opiniones - Respondo mirándola- Es más, creo que vuestro clan es en muchas ocasiones más lúcido que cualquiera de los que nos creemos lógicos.

Sonrío.

- Donde sí te doy la razón es en que los aparentes modales del Príncipe no logran enmascarar su falta de educación y respeto en ocasiones. Pertenecer al clan Ventrue no hace que por arte de magia un vampiro sea ni educado ni respetuoso, eso es algo que cada cual debe dar a demostrar y de lo que no todos pueden presumir, por muy "nobles" que se consideren.

Suelto una risita ante el último comentario de la pequeña.

- Sí, yo con mucho gusto le metería el cetro por su principesco culo... Sin acritud- Bromeo mientras saboreo la sangre, al notar el sabor, arqueo una ceja, extrañada, y miro la copa y luego a Mireille- Tiene un sabor distinto al habitual - Comento tratando de saber de qué se trata y esperando no llevarme ninguna sorpresa.

- ¿Puedo preguntarte que impresión te merecieron el resto de los primogénitos, Mireille?

- No te preocupes por mí, soy Brujah, estoy acostumbrada a que me traten de muchas maneras, casi ninguna buena - Sonrío - Lo cual no significa que no me agrade que me traten con educación.

Desvío la vista un momento, y entrecierro los ojos en un claro gesto pensativo.

- Creo que la pregunta correcta es si él aún mantiene el contacto conmigo- Comento finalmente- La respuesta es no. Hace tiempo que no sé nada de él.

Miré a la chiquilla con algo de pasmo, ¿De qué hablaba? ¿familias? ¿Eso existía en el plano cainita?
Tuve que recordarme a mí misma que estaba delante de una Malkavian, para ella todo debía ser posible, claro ¿Por qué no?

- No, no tengo familia - Respondo dándome cuenta de que en mi memoria se ha perdido el significado que algún día debió tener esa palabra - Estoy bien así. ¿Por qué me preguntas eso?

Observé la reacción de la niña echándome hacia atrás con precaución, no acababa de entender qué ocasionaba aquel cambio tan brusco en su conducta, solo se me ocurría que mis palabras la hubieran ofendido.

- ¿He... dicho algo inconveniente? - Pregunté haciendo de mi tono apenas un susurro que estuve segura ella no tuvo problemas en escuchar, a nuestro alrededor, todo seguía como si nada, la música, la gente bailando, todos ellos ajenos a la ira que se acumulaba en los ojos de Mireille - Si así ha sido, lo lamento. No tenía intención de molestarte.

Me quedé mirando a la chiquilla con expresión pensativa, sus cambios de expresión y de humor eran tan bruscos que convenía elegir bien las palabras con las que dirigirse a ella, ya sabía que el tema de la familia y el sire eran "delicados" para ella, lo anoté y procuré no olvidarlo, cuando hablé de nuevo intenté ser lo más prudente posible.

- Mireille, no sé si te entiendo, ¿A qué te refieres cuando hablas de una familia? - Pregunto- Lo más parecido a ese concepto que conozco en este mundo, aparte de las que se crean con los vínculos de sangre, es la relación que pueda haber entre cainitas de un mismo clan, por ejemplo el Sheriff es Brujah como yo, entre nosotros nos tratamos de hermanos, tenemos buena relación, pero no sé qué tanto parecido tenga eso con una familia. Muchos clanes, aunque sean de la misma secta, no se llevan bien por sus características diferentes.

Me parecía un tema interesante y curioso, y en verdad la idea de la niña me había dado qué pensar.