[Dia 2] [Refugio comunal] Casi al amanecer [Manada de los Titiriteros]

Aquella noche había sido extremadamente ajetreada. Desde los primeros momentos entre su manada, luego el rato en el Cuervo Digital y las últimas horas se habían convertido en un auténtico desenfreno. Tanto era así, que había perdido la noción del tiempo en aquel pequeño parquecito y había tenido que correr con todas sus ganas para poder tratar antes de tener que descansar un asunto que lo perturbaba.

Unos secos golpes sonaron en la puerta del Refugio del Ductus Ikaro y su manada y antes de que pudieran responder, se adentró debido a que tenía pocos minutos para abordar un tema que le interesa.

-Disculpad, estimado hermano y Ductus de la Manada de los Titiriteros, mi nombre es Marco Giacomo del honorable Clan Lasombra... dijo con tono cortés, mientras bajaba la mirada y la cabeza en señal de respeto ...sé que no he solicitado audiencia con vos, pero si disponéis de unos minutos antes de que todos descansemos, me gustaría ofreceros algo que quizás os interese... dijo el que pronto sería reconocido como el chiquillo de Marion.

//off: con permiso de Ikaro y por ende, supongo que de su manada ^^

El Lasombra había pasado una noche bastante ajetreada pero, como siempre, todo había salido bien. Estaba preparando el Refugio para pasar el día y dandole las últimas indicaciones a su ghoul cuando un nuevo hermano entró en el lugar.
- Buenas noches, hermano Marco. Sientate, por favor- le dijo mientras le indicaba un sofá frente a la chimenea extinta-. Te esucho... -le dijo una vez estubieron sentados.

Marco obedeció a las palabras de Ikaro y se dirigió hacia el asiento, mientras se quitaba la mochila de la espalda y la ponía entre sus piernas.

-Gracias, hermano Ikaro... dijo mientras los esmeraldinos ojos de aquel llamativo joven de delicados rasgos y largos cabellos oscuros lo miraban ...bien, nuestro querido y adorado Obispo Iliarte me ha pedido que forme parte de la manada de ... dijo apretando las mandíbulas para contener su lengua ... Baltazar, pero... dijo mientras chasqueaba la lengua y relajaba la tensión de la cara ...creo que ellos no van a ser capaces de apreciar mis habilidades, se comportan como una manada de bestias salvajes...

En ese instante, soltó un suspiro y su mirada se fijo en el suelo, mientras tenía los codos apoyados en las rodillas.

-Es cierto que deseo estar en vuestra manada Ikaro, por varios motivos, uno y no os lo oculto, el más principal, mi Sire está entre los vuestros... dijo desviando la mirada hacia él ... y el segundo, sé que vos sabréis apreciar mi verdadero talento... pero... dijo acentuando esa palabra ... sé que poco puedo yo hacer por ello, aún así, os traigo un presente, para que aceptéis mi buena voluntad y mi espíritu de colaboración...siempre que queráis aceptarlo, claro está... terminó diciendo, mientras en sus labios se formaba una pícara sonrisa.

El Lasombra permanece en silencio durante unos segundos, evaluando al recien llegado y sus palabras.
- Los lazos de sangre en el Sabbath son entre hermanos de Manada no entre Sire y Chiquillo como en la Camarilla... -guarda silencio otro instante para dejar que Marco replexione sobre esto-. Por otro lado no dispongo del poder suficiente para asignar a otro a una Manada y contrariar a Illiarte no me conviene... por ahora. Lo cual no quiere decir que hayais sido asignado a la Manada acertada... no sería el primer error que he visto cometer al Obispo- el Lasombra está cuidando al máximo cada una de sus palabras, su significado es demasiado trascendental y arriesgado para expresarlo de otro modo-. Sin embargo, necesitaré hermanos leales en el futuro, y si ayudante lo consigo, ten por seguro que hablaré con Illiarte para expresarle tu inquietud... hermano Marco.

El Gangrel guardaba la ventana como un centinela, se acercó sigiloso, apareciendo de entre las sombras, se dirigió hacia el sofá y tomo asiento al lado del cainita.

No deberías entrar así hermano, yo estaba en esa puerta y de no haberte reconocido, pudiste haberte llevado una buena sorpresa

Le ofreció la mano amablemente - Soy Ambrosio - Luego inclinó levemente la cabeza ante su ductus, no con sumisión, sino con respeto

Deberías hablar primero con el Obispo hermano Marco
Y espero que tus motivos no sean personales, como salta a la vista

La noche era cada vez mas tenue

Ikaro asiente ante las palabras de su hermano Ambrosio.
- Sus palabras son sabias, hermano Marco. Quizás deberías hablar personalmente con el Obispo acerca de esta inquietud... Por supuesto, estaría dispuesto a acompañarte.

Marco escuchó atentamente las palabras de aquel sabio Ductus, al menos él comprendía que era ser y actuar como un verdadero líder, cuanto lamentaba no haber sido captado por ellos antes, aquel era su lugar.

Entonces como de la nada, surgió un hombre y se dirigió hasta él, sentándose en el sofá y las palabras de ambos, le recordaron lo que eran.

-Por supuesto, hermanos, no olvido que lo primero es la manada, pero todos los aquí presentes sabemos que la voulderie, nos une místicamente, nada de ella nos impide otorgar o privar nuestra ayuda ante favores nimios... dijo mientras una traviesa sonrisa aparecía en sus labios y en mirada brillaba cierta astucia ... no hablo que sólo sean motivos personales, pero lo cierto es que por Marion daría la vida y por vosotros, cuando no sólo fueramos casuales aliados, sino que fraguaramos una verdadera amistad, también lo haría...

Dicho aquellas frases, Marco tomó la mochila de entre sus pies y se la puso frente al cuerpo, mientras extendía la mano para tomar la de Ambrosio.

-Encantado Ambrosio, yo soy Marco Giacomo y esto es sólo una muestra de gratitud ante vuestro cordial y amable recibimiento... dijo extendiéndole la mochila al gangrel para entregarle el contenido que se encontraba dentro.

-Pues lo cierto, Ductus Ikaro... dijo haciendo uso del cargo que ostentaba ... es que os agradecería en demasía si pudieras acompañarme a ver al Obispo, pero creo que es demasiado tarde, quizás lo más prudente sería solicitar audiencia mañana, para tratar el asunto, ¿no os parece? dijo siendo precavido al decir aquellas palabras y deseoso de mantener conversando con aquella manada de la que tan bien le había oído hablar a Marion.

El Gangrel tomó entre sus manos la maleta, miró a Ikaro como esperando su aprobación y procedió a abrirla

- Que poco común es esto, un cainita trayendo regalos - Dijo con tono sarcástico y de buen humor

Puso en el centro de mesa el interior de la mochila

El Lasombra asiente a Ambrosio para que habra el contenido de la mochila mientras sigue hablando con Marco.
- Descansa esta noche en el Refugio de los Titiriteros. Mañana tenemos un asunto importante que atender como Manada pero te prometo que a la noche siguiente te acompañaré a visitar al Obispo.

En el interior de la mochila se podía apreciar como había gemas, joyas y colgantes de gran valor, al parecer allí a ojo, podría haber unos 4000 euros o quizás más, que podrían venderse en el mercado negro y obtener una buena financiación. El Lasombra ni siquiera miró el rostro del Gangrel sabiendo que cuanto menos se encontraría sorprendido.

-Muchas gracias, Ductus Ikaro... dijo haciendo una cortés reverencia ante la invitación ...por la invitación y no os preocupéis, cuando mejor os venga a la manada, abordaremos el asunto... añadió sonriente, mientras se levantaba del sofá.

-Por cierto, podría visitar a Marion, me gustaría pedirle que me diga donde puedo quedarme a dormir y así saludarla... dijo mientras su rostro se mostraba risueño y esperaba el permiso del Ductus.

- Que inutilidad - Pensó el Gangrel mientras vaciaba el contenido, de veras que estaba sorprendido, pero para mal. Miró con cara maliciosa y dejó perder su mirada, se contuvo de algún comentario y se paró del sillón.

- Buenas noches hermanos - Dijo mientras se retiraba y a la par entregaba las joyas al ductus.

Finalmente se perdió entre la oscuridad de la habitación

Ikaro torció los labios en una sonrisa ante el comentario de Ambrosio. Cuando le tendió las joyas las aceptó sin mucho interés mientras se levantaba del sillón.
- Te acompañaré hasta el cuerto de Marion, hermano. El Lasombra guió la marcha a ¡través de la espectacular mansión que les servía de refugio. Tapices, cuadros, esculturas todo de un gusto exquisito decoraban el lugar. Ya en la segunda planta y frente a una de las inumerables puertas el Lasombra se paró.
- Este es el Dom¡rmitorio de Marion. Antes de irte me gustaría decirte que no es bueno aferrarse a antiguas emociones... ahora eres libre. Aferrarte a alguien sólo te hace más débil. Por otro lado recalcarte que en el futuro necesitaré hermanos leales a mi causa, espero que seas agradecido cuando llegé el momento... Tras lanzarte una mirada complice y muy astuta, demasiado, se giró y desapareció por uno de los pasillos.

Marco caminó a la altura de Ikaro mientras sus ojos admiraban el arte que recubría aquella bella mansión. Todo lo que lo rodeaba era de un gusto exquisito, lo cierto es que parecía que en aquel lugar, no se quedaban parco en detalles. Así fue la guía hasta que finalmente ascendieron hasta la segunda planta e Ikaro le señaló el cuarto de Marion y le comento unas palabras, que si bien eran un consejo, Marco no las entendió así.

Así lo haré, Ikaro, si vos sangráis por mí, yo sangraré por vos... comento mientras una torcida mueca perversa surgió en sus labios. No hacía falta decir que entre un clan tan competitivo, las alianzas eran cuestión de pequeñas alianzas, si uno daba, el otro debía entregar en la misma medida o podría verse como señal de debilidad. Tras ver como el Ductus se marchaba, dio un par de golpecitos en la puerta y la entreabrió.

-Principessa, se puede... dijo con su aterciopelada voz, mostrando parte de su rostro por la apertura, mientras una cálida sonrisa surgía en su rostro.

Marion se encontraba en su dormitorio. Habí llegado hacía unas horas y notaba que el amanecer estaba cerca.Había sido un día agotador y mañana lo sería más.Aún no sabía si el ataque se iba a realizar, aún no tenían el inhibidor y además tenía que hablar con Liam. Maldito fuera, no había ido a buscarla desde esa primera noche. Tendría que solucionar esa situación

Unos golpes sonaron en su puerta y una voz conocida se oyó tras ella. Se volvió con una sonrisa.

Marco pudo ver una enorme habitación, propia de esa mansión, bellamente adornada.El estilo era victoriano y varios espejos de diferentes épocas se repartían por toda la habitación. Unas pesadas cortinas ocultaban las ventanas y una alfombra recubría todo el suelo. Una enorme cama con doseles dominaba la habitación.

Marionse encontraba en el centro de la estancia, cubría su cuerpo desnudo con una bata semitransparente y su larga melena se derramaba por los hombros. Marco vio que su presencia era recibida con placer

-Marco, querido, ¿qué haces aquí? No te esperaba...Pero pasa, mi amor, no te quedes en la puerta ¿Te has encontrado con alguien de la manada? O sólo con el mayordomo- riendo se dirigió hacia él con los brazos abiertos y rodeando su cuello le besó dulcemente

Marco paladeo aquellos sabrosos labios mientras los brazos de ella, lo envolvía en un cálido abrazo. Notaba su delicado y esbelto cuerpo oculto bajo aquellas fina seda que la cubría y entonces, con suavidad, fue cerrando la puerta para poder estar a solas con su amante.

-Bonita habitación, amore mio... dijo mientras ambos rostros se separaban lentamente ... digna de una Diosa... añadió mientras su dedo índice recorría lentamente el lateral de su cuello y se deslizaba hacia su garganta ... ahora os contaré con quién he hablado pero antes de nada, cerrad los ojos... decía con voz sugerente, mientras poco a poco la iba rodeando para ponerse a la espalda de ella ...quisiera hacer una travesura y no quiero que sepáis que es... comentó con picardía, mientras su dedo descendía y acariciaba con suavidad la piel sobre la clavícula izquierda de ella.

Marion rió con regocijo, siempre era un placer estar con Marco

-Bueno amor, no se a quién pertenecía antes de que llegara yo, así que la decoración no es mía, pero era la más bonita de la casa....Las demás eran tan tétricas-cerró los ojos mientras disfrutaba de las caricias de Marco

Marion notó como una pequeña cadena de metal se deslizaba por su cuello y finalmente una especie de piedra lisa y tallada, tocaba su pálida piel.

-No importa, es una bella habitación apropiada para una bella Dama... dijo mientras sus yemas acariciaban la parte posterior de su cuello y unían por detrás aquella delicada cadenita de plata.

-Podéis abrir los ojos, Principessa... dijo susurrante al oido de ella, mientras su nariz rozaba los sedosos cabellos de la linda mujer ...espero que os guste este regalo, me han dicho que la Lágrima de un vampiro es algo difícil de capturar y conservar para la eternidad, pero sabéis que por vos, para mí, nada es imposible...añadió con voz dulce y tenue, mientras sus brazos la abrazaban por delante y depositaba un beso sobre su mejilla.

Off: la imagen es la que te mande, que ahora no la encuentro para colgarla :s

Off: ok

Marion sostuvo entre sus dedos aquella maravillosa joya antes de apoyarse sobre Marco

-Es preciosa, amor, ¿de dónde la has sacado?...O bueno, mejor no me lo digas. Ven, te quedarás a dormir aquí conmigo, pero dime¿con quién has hablado de esta casa? Y lo que es más importante, aún no me has dicho cómo es tu nueva manada-Marion guió a Marco hasta la cama y con delicadeza le quitó la mochila y la dejó en el suelo.Luego le hizo tumbarse en la enorme cama mientras ella se acomodaba entre sus brazos

Marco se dejo seguir mientras la voz de Marion impregnaba el ambiente de aquella estancia con su presencia. Su cuerpo se deslizaba completamente dominado por las órdenes de su amada hasta que acabo extendido sobre la ancha y lujosa cama. Entonces, la voz del Lasombra empezó a fluir de sus labios de forma suave.

-He hablado con vuestro querido Ductus y le he expuesto mi visión sobre mi nueva manada... comenta mientras hacia un leve caricia sobre el rostro de Marion ...he caído entre una panda de cachorros rabiosos e impulsivos dirigidas por el mayor descerebrado que ha podido dar a luz el mundo, un tal Baltazar... comenta dejando mostrar el desprecio que sentía hacia su verdadero Ductus ...le he comentado a Ikaro y a ... creo que se llama Ambrosio, la situación en la que me he encontrado y como parece ser que el Obispo ha tenido una ... digamos poca acertada idea de donde mis habilidades podrían beneficiar más... y en aquel instante torció el gesto y con rostro preocupado, resoplo.

-Bah, que más da, he estado separado de vos más tiempo que el que he deseado... dijo mientras sus verdosos ojos se posaban sobre los labios de su amante y sire ... realmente no debiera quejarme, ahora os tengo más a mano que antes... añadió con cierta picaresca ...aún así, veamos todo desde el punto de vista positivo, cada vez nuestra situación va a mejor, quizás dentro de no mucho, podamos estar plenamente juntos...

Termino añadiendo, mientras su mano se deslizaba sobre su cuello y sus dedos se entremezclaba entre la oscura y larga cabellera negra de ella.

Marion se incorporó al oir las palabras de Marco

-¿Baltazar?No lo conozco personalmente, aunque estuve en su lucha por el puesto de Ductus...¿Y qué es exactamente lo que le has comentado a Ikaro y lo que él te ha contestado?Maldita sea, ¿No le dijiste a Iliarte que te asignara aquí?

Marco separó lentamente la mano del cabello de Marion y se tendió bocarriba mientras admiraba el techo de aquella estancia.

-Le he dicho a Ikaro, que existen varios motivos por los que mi estancia en esta manada sería beneficiosa para vosotros y al parecer... dijo con voz tranquila mientras sus verdosos ojos estaban perdidos mirando al techo ... creo que está de acuerdo en intervenir por mi ante el Obispo para solicitar mi reubicación... añadió mientras una leve sonrisa surgía en sus labios y entonces giró el cuello para volver a mirar a Marion.

-Si os soy sincero, temo que llevemos este asunto ante el mismísimo Obispo, cuando un Lasombra toma una decisión, suelen ser muy tercos para cambiarla... comentó mientras fruncía el ceño y entonces acercó su rostro al oído de ella para soltar una intimidad en un susurro...no me extraña que el Sabbat aún no haya avanzado ni un pie, con dirigentes así, que no saben donde han de colocar sus soldados...

Marion lanzó un gritito al oir las primeras palabras de Marco,sin embargo no hizo ningún comentario hasta que él terminó

-Querido, en eso estoy completamente de acuerdo-dijo a las últimas palabras de su chiquillo-Esperemos que eso lo podamos cambiar pronto...Respecto a lo otro, sería genial que estuvieras aquí...así te tendría vigilado-añadió con una sonrisa traviesa.

Acarició el collar que él le había regalado

-Por cierto, amore, he de decirte algo.Verás, hay aquí, en la manada, un Toreador...Mañana he de hablar con él temprano,antes de salir con la manada a hacer unas cosillas.Me gustaría que no te viera por aquí, de momento-le acarició la mejilla-¿No te importa volverte invisible por mi, verdad mi amor?

Marco se maravillo al ver la expresión de su Sire, sabía que aquellas palabras la iban a emocionar y aún más, que como dijo ella, estuviera encima de él...

Entonces, Marion llamó la atención, mientras jugueteaba con el collar. Aunque entendió el mensaje de ella, supo que era por siniestras intenciones y a pesar de que podía imaginar lo que aquello significaba, asintió con la cabeza.

-Por supuesto, Marion... sabéis que sólo hacer hacer dos cosas bien en esta no-vida, una es satisfaceros y haceros feliz... comento mientras le depositaba un beso en la mejilla derecha y se separaba lentamente ... y la otra, es pasar desapercibido... seré invisible como una sombra, así que... dijo mientras sus dedos tomaban el mentón de Marion para que lo mirara a sus esmeraldinos ojos y parpadeaba lentamente ...no os preocupéis en absoluto, Principessa...

Marion le dedicó una sonrisa maravillosa y juguetona le mordió el labio.

-Cuentame, ¿qué has hecho durante estas horas por la ciudad? Ah, y háblame de ese tal Baltazar, ¿qué hace para que hables así de él?

Marco ante aquel gesto hizó un amago de evitarlo, como si de un juego se tratará pero finalmente, los colmillos de Marion consiguieron atrapar los carmesíes labios carnosos de aquel joven los cuales resbalaron de aquella presa lentamente.

-Aiiiisss... suspiró al escuchar las palabras de Marion, poniendo en orden todo lo que había ocurrido desde que había anochecido ...a ver, intentaré resumirlo ya que ha sido una noche muy ajetreada... comento mientras sus ojos estaban desviado hacia arriba y la derecha rememorando ...ummm, primero estuve en una Discoteca, allí me alimenté y estuve de charla... dijo quitándole importancia a lo que sería la conversación ... luego en una apuesta, me gané una vuelta en una moto. Después, estuve haciendo de las mías, ya sabes, mis secretitos... comento mientras sus ojos se posaban sobre los de ella y brillaban con cierto misterio y encanto que más de una vez le había provocado arrebatos tan contradictorios a Marion ... y luego, luego estuve dando un paseo por un bonito parque... dijo obviando el encuentro con la niña ... pero en todo momento y lo más importante es... dijo haciendo un breve silencio, mientras acariciaba la mejilla de Marion ... que no he dejado ni un segundo de pensar en ti, por eso he venido por sorpresa.

Entonces, se movió un poco en aquel lecho, pegándose un poco más a ella y dejó escapar una breve carcajada.

-Quién me ha visto y quién me ve, el escurridizo Marco atado a una única mujer, aunque claro, debería decir una extraordinaria y única mujer... dijo con una media sonrisa en su rostro, mientras se levantaba de la cama y se encaminaba con gran gracilidad hacia la ventana para asegurarse de que ningún haz de luz, pudiera interrumpir el descanso de la pareja. Tras revisarla de un rápido vistazo, volvió el rostro hacia ella.

-En cuanto Baltazar, amore, lo cierto es que no me apetece hablar mucho, sólo os puedo decir unas breves palabras, es un ser maleducado,tosco y arrogante... algo me dice que no va a llegar muy lejos... comento mientras se llevaba el dedo índice a la nariz ... sabéis que tengo buen olfato para las intrigas y no dudaría en que él pronto sea devorado o acabe saludando al sol, asciende demasiado rápido y eso crea suspicacias y enemigos...