[2:30][Principado] Despertar (Melas)

Sus ojos acababan de abrirse por primera vez en más de 3 meses, su ultimo recuerdo cociente era un vástago apuntando a el con un arma, estaba herido, hambriento y furioso, sin duda el desenlace de un plan mal trazado.
Miro en todas dirección, sin duda no era el aeropuerto, pero aun seguia con vida, ee maldijo a si mismo por ello, la muerte hubiese sido... practica.
Sin preocuparse de enfocar bien la vista para percibir detalles, comenzó a gritar.
- ¿¡Quien anda allí?!....¡Ya desperté!

Avanzó a paso tranquilo hasta los sótanos de la Casa Milá. Había encerrado allí al preso que hacia tiempo había entrado en letargo en aquel pequeño combate en el aeropuerto. Según le había dicho habia comenzado a gritar hacia unos momentos, podía tener información vital y aquello le interesaba realmente, asi que dejó lo que estaba haciendo y partió de inmediato a ello.

Iba acompañado de sus dos miembros de seguridad para evitarse pequeños contra tiempos y con calma entró en la habitación en la que estaba apresado el cainita. Con su habitual y elegante voz dijo.

- Encantado, mi nombre es Melas principe de Barcelona ¿Quién eres tú? -

Permanece tranquilo a pesar de haber estado gritando, al fin alguien respondio a sus llamado, un hombre con una impecable melena aparece frente a el, viene acompañado de dos sujetos, Dante sonríe al verlos entrar.
- Caballeros - dice en un tono mitad cortes mitad burlesco - ¿Alguno de ustedes tiene un cigarrillo que me de?

Sin alterarse, con la impasible tranquilidad que normalmente le caracterizaba, Melas miró a al hombre allí postrado y tras fingir que se lo pensaba respondió con su cálida y natural voz.

- No, el humo me disgusta y como mando yo pues no se fuma. -

Al acabar las primeras palabras medio sonrió. Hablaba con la tranquilidad natural que solo puede tener alguien que sabe que se encuenta un escalón por encima de su contertulio aunque dada la situación seria casi más lógico pensar en dos escalones.

- Tú mi querido reo, hace relativamente poco asaltastes en el aeropuerto a un vástago, amigo personal mío con la intención de matarlo. Como es evidente tu falta de destreza te acarreó ligeras desventajas, entre ella el caer en letargo e ir a parar a mis manos. Por tanto como ahora eres solo un pequeño juguete roto en mis manos vamos a comenzar a ser algo más prácticos ¿Qué sabes del Sabbat? -

Una sonora carcajada sale desde la caja toraxica de Dante, la situación parece divertirle mucho.
- ¿Que se yo del Sabbat?, vamos señor del peinado con clase, estoy seguro que puedes pensar una mejor pregunta.

Ladeo la cabeza y miró la estancia, luego giró con un elegante movimiento de talón y se quedó mirando al hombre que habian apresado. Con total calma comenzó a hablar.

- Verás, te propongo un juego. Vamos a jugar a que tú eres un preso del Sabbat, alguien a quién le encargaron una tarea pero no fue capaz de cumplirla ya que sus capacidades para tal tarea son nulas. Pero en su cabecita hay algo que me es útil por eso le dejo continuar con su no-vida. Por tanto te daré dos opciones. Opción A yo pregunto tu respondes con la verdad y cuando comprobemos que esta es asi comenzamos a negociar tu reinserción en la sociedad cainita o opción B te saco lo que quiero destrozandote la cabeza y haciendo que seas aun más miserable de lo que eres y luego tras una lenta agonía te mato con crueldad ¿Eliges? -

Seguía con tono tranquilo sin alterarse, relajado, era su casa, su dominio y tenía la sarten por el mango solo había que ver cuanto tardaba en darse cuenta el otro.

P.D. Zara cambia la hora a las 4:15 por ejemplo que esta tengo el evento con Alice.

Otra carcajada sigue a la primera tras escuchar con atencion aquel discurso.
- Huuuuuy, romper mi cabeza, pero que miedo - comienza a reir de nuevo - creeme amigo, mi cabeza esta ya bastante rota, ahora, vamos a lo importante, pense que querrias de mi algo más interesante, una jugada más arriesgada, me tienes a tu merced, podrias pedirme algo mejor, quizas la cabeza del obispo o algo asi, no me puedo creer que lo mejor que se te ocurra es informacion - pasa su lengua por todo sus labios - Quieres saber del Sabbat?...el obispo tiene su refugio en la iglesia del sagrado corazon, ¿quieres más?, es un lasombra, ¿aun más? es un imbecil, ahora suéltame y pideme algo más divertido, ¿si?, o almenos dame un cigarrillo

Asintió levemente complacido y comenzó a caminar, a paso tranquilo, dando vueltas alrededor del preso meditando sus palabras con total calma. Saboreando lo que iba a decir, la información dada correspondía a lo que le había contado Rabius en su escueto mensaje, algo que en parte era agradable.

- Vale, veo que comenzamos a entendernos pero te veo muy alterado. Vayamos poco a poco ¿Cómo se que lo que me dices es cierto? ¿Qué me hace pensar que me puedo fiar de ti? Por el momento nada y.. en cuanto al cigarro te daré una cajetilla si te portas bien por el momento sigue hablando y ya veremos lo de la tarea "divertida" . -

Finalmente se paró en la parte trasera del reo a unos pasos sin que este pudiera verle esperando la respuesta que podía darle el preso a expensas de saber si era interesante o no.

Dante no cambia su expresión divertida, cualquier otro estaría aterrado de estar preso en las manos del enemigo, pero mientras más cerca estuviese dante de la muerte, más alegre estaría, la muerte era, en el fondo, lo que el más anhela.
- ¿quieres saber si es cierto?, ve y averígualo, ¿quieres mi lealtad?, vinculame - responde como si todo fuera obvio. - Vamos chico listo, tienes un arma cargada en las manos y solo la estas apuntando a un muro...

Movió las manos relajado de hecho era lo que tenía pensado, vincularle, atarle a él y contar con un arma más para golpear al Sabbat, esperaba tener el tiempo suficiente para hacerlo y reforzar su grupo para atacar al Sabbat, pero no sabía de cuanto tiempo disponía.

Se giró hacia la salida y cruzó la puerta tras ella estaba Anastasia que le había esperado fuera como él le había indicado, con calma y con una ligera sonrisa la dijo.

- Ve a por una copa y un cuchillo y ven pronto. -

Suponía que la chica no tardaria mucho pues era algo que había barajado desde el principio y así fue. Anastasia entró con una copa y un cuchillo. Melas lo tomó en sus manos y se giró hacia el preso comenzando a hablar.

- Puede que mañana hagamos algo importante, si tantas ganas tienes de acción puede que te veas involucrado y veamos si esa escopeta que dices ser no tiene la pólvora mojada. -

Mientras hablaba, Melas se cortó con el cuchillo en el brazo derecho y colocó la copa de cristal bajo él, con el dedo pulgar de la mano que sujetaba el vaso controlaba la hemorragia, dejando que goteara poco a poco en el interior hasta que cubrió tres dedos. Una vez hecho esto utilizó los beneficios de la sangre para cicatrizar su herida y se acercó al hombre copa en mano, al estar maniatado tendió su brazo hacia su boca y dijo.

- Bebe y estarás un paso más cerca de lo que anhelas. -

OFF-ROL : - 1 Pto de sangre por curarme y supongo que -1Pto de Sangre por la sangre de la copa.