[Día4]Exciting game[Piso Birrambla](Mireille y Rabius)

Tras la marcha de Eirk del loft, Mireille terminó de vestirse, con su vestido de tirantes granate con el detalle de hojas doradas en el borde. Se puso su abrigo de dobles botones en color gris perla, sus guantes del mismo color y adornó su rubio cabello con un gorrito granate con un gran lazo negro.

Al bajar del piso, subió al cohe de ventanas tintadas que la estaba esperando.
-Gracias -saludó, gentilmente, mientras le daba un papelito con unas letras escritas, -Necesito que compres comida para mi nueva mascota, un perrito. Y que lo cuides por el día mientras duermo, por la noche lo cuidaré yo. También necesito que me encargues otra mariquita -afirmó, feliz, mientras abrazaba por detrás con sus bracitos a su criado. -¡Qué bueno eres! -afirmó, mientras le daba un beso en la mejilla.

Tras un tiempo de viaje, el coche llegó a la dirección que había dado Mireille, quien no tardó en bajarse mientras se despedía agitando su manita.
Subió los escalones y llamó al piso, mientras daba saltitos con sus piernas, alternándolas.

Un joven de no más de 20 años abrió la puerta y saludo con absoluta alegría Señorita Loxiar!, un placer tenerla en mi casa, pase usted y sientese, ¿Puedo ofrecerle algo? su voz era similar a la de Rabius solo que no resultaba excesivamente molesta, más bien resultaba una voz normal, como del montón, posiblemente quien estuviera detrás de esa figura fuese el primogenito en un afán de intentar resultarte agradable. Que alegría tenerla en mi casa, pongase comoda y donde más le guste.

La casa era un poco pequeña y antigüa, conforme se entraba se daba lugar directamente al salón-comedor donde había una mesa redonda en una esquina con 4 sillas de madera, era lo que más cerca había de la puerta, tras esa mesa un par de butacas centradas hacia un televisor y más allá una mesa-camilla con dos grandes sillones de piel que parecían ser excepcionalmente comodos. De una ojeada desde el salón podía verse la estrecha cocina que a su vez daba a un baño, al otro extremo de la habitación dos puertas cada una en una pared distinta pero no muy lejos de sí que daban a 2 dormitorios y por último un balcón tras las butacas. La casa no era nada del otro mundo pero su exquisita decoración casera hacía pensar que te encontrabas en una clásica casa de algún familiar mayor, esa casa olia a dulces recueros de vidas pasadas.

Entró, de manera despreocupada, mientras se quitaba su abriguito gris y miraba todo, con aparente curiosidad.
Miró a la persona que le había abierto.
-¿Eres Rabius? Te noto distinto... -comentó, mientras le miraba atentamente, -¡Ya sé! ¡Te has cortado el pelo! ¿A qué es eso?

Rabius sonrió plenamente Como siempre tan observadora y perspicaz señorita Loxiar, enefecto el pelo ha sido uno de los cambios que he perpetrado para usted esta noche. Insisto, tome asiento o revise la casa en su plenitud, sientase como en su propia casa. Tras esperar unos segundos afirmó Cuanta alegría tener una visita de esta categoría, no es usted consciente de lo mucho que me alegra. ¿Que se le ha ofrecido esta noche? Rabius parecía querer saber más de ti que de cualquier asunto oficial que allí te hubiera llevado.

Sonrió, mientras dejaba su abrigo sobre la mesa y comenzaba a quitarse sus guantes con elegancia, para dejarlos a continuación, encima de su abrigo.
Se giró y cuioseó un poco con la vista la casa. -¿Vives aquí normalmente? -inquirió, con suavidad, mientras seguía mirándolo todo.

De repente se giró y miró a Rbius atentamente, se acercó a él, y abriendo sus brazos, le abrazo con sus escasa fuerzas.-No tenías que cambiar por mí -musitó, quedamente -Me gusta como eres

Rabius te miraba tiernamente, notabas que te miraba de forma completamente distinta a como miraba al resto de vastagos. Tras el abrazo que no fue devuelto por Rabius este expresó No...tengo varios sitios donde vivo y a ninguno me atrevería a llamarlo como "Hogar" por que voy alternando de un lugar a otro según me pida el trabajo... notaste como obvió tu comentario acerca de su cambio de apariencia, posiblemente de forma deliberada. Tras esto se produjo un silencio incomodo Rabius esperaba a que tu hicieras algo o sacaras el tema de conversación que esa noche allí os había llevado, quizás el abrazarlo hizo que este se sintiera algo tenso.

Sonrió, mientras se separaba con cuidado.
-Respecto a su comentario anterior,a lo mejor prefiero quedarme simplemente hablando, sobre usted o sobre mí, o sobre el mundo en general. Y dejar todo lo demás para otro momento. Hablar por hablar, no hablar por trabajar.

Y sin más se sentó en el suelo, como si fuera un gracioso duendecillo, mientras comenzaba a pasarse sus dedos por el pelo.

Rabius cerró la puerta del balcón para que no corriera aire, y se marchó a una de las habitaciones, al poco tiempo volvió y puso algo de música de estilo Jazz. Prefiero ambientar de forma más acogedora nuestra reunión, el hablar por hablar siempre será un placer con usted Señorita Loxiar. tras darle al play y empezar a sonar una música relajante sacó unas sabanas y multitud de cojines que tenía mal guardados en un cajón situado sobre el televisor del salón, tiro un total de 5 mantas para que cayeran de forma azarosa, y unos 8 o 9 cojines Así es como suele estar la casa... los cojines y las sabanas estaban decoloridos de haber sido limpiados multitud de veces, seguramente a raiz del pequeño problema de Rabius de manchar todo aquello que toca. Los colores resultaban curiosos a traves de todo el espectaculo de cosas livianas cayendo.¿Como le sienta que le traten como a una niña? Si no me equivoco usted tiene ya cerca de 30 años reales no es así? Su tono era completamente de duda y reflejaba cierta ansiedad por conocer la respuesta. ¿Como de bueno es ser un joven?

Cogió las cosas mientras caían, tanto sábanas como cojines y empezó a reírse de forma melodiosa, mientras empezaba a jugyetear con todo.

De repente se quedó callada, pensativa, mientras se fijaba en la mano con la que agarraba uno de los cojines.
-Sinceramente, no sé cuantos años tengo. Se acercó sus manitas a la cara y las miró, fijamente, como si hay estuviera la respuesta.
-Lo cierto es que nunca he notado nada distinto cuando me hice vampiro. Siempre he sido yo, estática. Puede que ya hubiese crecido o puede que nunca lo haga. Pero no he cambiado desde entonces. Así pues, si sigo siendo yo, no me importa que me traten como soy, sólo soy yo, siempre. No sé, siempre he sido así, no sé como es que me traten de otra manera, así que no puedo comparar. Pero, desde luego, me siento más feliz siendo tratada por vampiros, me siento más yo, por así decir.

Levantó su mirada de sus manos para mirarle a él.
-¿Y usted? ¿Como vivió su cambió?

Sabía que hacía una pregunta muy personal, pero el primero en hacerla había sido él.

Rabius se sentó sobre las sabanas del suelo y se acomodó apollando su espalda en una de los grandes sillones de piel para empezar a recordar, la nostalgia se sentía en sus palabras No se si usted ha experimentado alguna vez el dolor del Sol señorita Loxiar, pero cuando un nosferatu es mordido debe soportar un dolor similar durante una semana que es lo que suele durar el cambio, en mi caso duró más y cada noche al despertar aún tengo heridas profundas que ya casi no recuerdo si provenian de mi edad mortal o son secuelas de haberme convertido en el indescriptible ser que soy ahora mismo, condenado a vagar sin compañía, ni siquiera de inmortales, pues son pocos a los que agrado y de esos pocos a los que alguna vez he agradado o el sentimiento no ha sido reciproco o encontraron la muerte definitiva, la verdad es que solo encuentro placer en la no-vida con las inquietudes mentales tan compartidas al rededor del mundo, grandes misterior por resolver de la humanidad en los que tengo puestas mis manos...es lo único que me hace seguir con vida. Ni siquiera mi sire está junto a mi y ni siquiera fuí yo quien vengó su muerte. ¿A quien tiene usted a su lado Señorita Loxiar? Dijo mientras te miraba de forma tierna y dulce con la mascara que había puesto para tu presencia.

Mireille escuchaba son sus preciosos ojos azulados muy abiertos, entre sorprendida y fascinada, como si le estuvieran contando un cuento.
Negó con la cabeza, ante lo del Sol, y siguió escuchando con la misma expresión, hipnotizada.
Sonrió, ante tu último comentario, mientras extendía su manita para coger la suya.
-A mi nuevo amigo, Rabius.

Rabius observó el gesto y no pudo evitar actuar con cierta duda Usted coge cariño muy rapido señorita Loxiar, debería tener cuidado con eso o algún día podrían romperle el corazón... Rabius soltó tu mano posandola sobre su pierna y te hizo un gesto para que te giraras y pudieras verlo mejor, como de la nada hizo aparecer una baraja. y empezó a jugar con ella.

Una de las cosas que más me maravillan son los juegos mágicos... sin más dilación empezó a hacerte uno.


https://www.youtube.com/watch?v=FPMcr38diDY



Una vez hubo finalizado te preguntó ¿Cuales son las aficiones de la joven Loxiar?

Se encogió de hombros, mientras asentía.
-Todo depende de la persona, en realidad, pero sí, suelo ser bastante abierta. Así, aunque la otra persona me traicione no me puede quitar los buenos momentos que pasé junto a ela. Supongo que lo hago porque no creo que las relaciones duren mucho.

-¡Oh! -se había quedado asombrada totalmente con las cartas, y aplaudió vivamente al final del truco, -¡Ha sido muy diertido! -aseguró, riéndose. Entonces se llevó un dedito a su barbilla, mientras ladeaba la cabeza pensativa. Su largo cabello cubrió parcialmente su rostro.
-Adoro leer. Me gusta mucho. Los libros son grandes amigos.

Rabius te miró contemplativo Sus respuestas son breves señorita Loxiar, debo interpretar que se siente incomoda o que espera no hablar mucho de usted esta noche? Rabius parecía estar en bastantes detalles, resultaba un gran misterio su personalidad y forma de ser, casi tanto como saber que cara tenía antes de la transformación.

Puso cara de extrañeza unos instantes.
-Me temo que si alguna de mis respuestas es breve, es porque no hay mucho más que contar. Ni me siente incómoda ni estoy poco receptiva. Llámame Mireille. -finalizó, con una sonrisa.

El nosferatu solo sonrió ante tu petición de llamarte por tu nombre, luego volvió a tomar la palabra Interesante... la cara del nosferatu se tornó pensativa Quien en tantos años no ha tenido alguna experiencia interesante o curiosa ha sido por enclaustramiento o bien no la cuenta por miedo, ¿Que faceta de su vida es la más plena, de la que más pueda contar?

Dudó unos instantes. -Me temo que voy a tener que reconocer que he llevado una vida bastante encerrada. ¿La más plena? -la cara de confusión que se dibujó en su cara era totalmente sincera, -Creo que no tengo ninguna...

Se percibía que estaba desconcertada y confusa, quizá nunca se había planteado que era lo que le hacía feliz.

Rabius puso una cara inexpresiva y mirando al techo de la habitación comentó Interesante...lleva 30 años vagando por el mundo sin un objetivo, sin nada que hacer en esta vida...digame ¿Sin objetivos, de que sirve vivir?, los animales no tienen objetivos, lo que caracteriza al ser humano es la voluntad, el poder alcanzar algo que él mismo se ha propuesto...¿Acaso no tiene un objetivo de este tipo? ¿Algo que haga que su día a día tenga sentido y le ayude a continuar?, una eternidad sin nada que hacer es demasiado tiempo libre ¿ no cree?, su mirada no se despegó del techo en absoluto.

Mireille abrió los ojos ampliamente, sorprendida . Se notaba que el comentario la había ofendido.
-Me temo que está en lo cierto en todo lo que ha dicho. Y como animal sin voluntad que soy creo que no debería robarle más tiempo del que dispone, ya que al contrario que yo, usted sí tiene cosas que hacer. Ha sido un placer venir a charlar con usted. -se pusó en y se acercó a por su abrigo y sus guantes, colocándoselos.

-Que tengo una buena noche, primogénito. -se despidió Mireille en la puerta, con dos lágrimas carmesí brillando aún en sus ojos

El nosferatu no movió más musculo que el de sus fauces para intentar persuadir a Mireille de que se quedara Lo siento Señorita Loxiar, me temo que usted me ha malinterpretado soberanamente, no era mi intención ofenderla ni hacer que se sintiera incomoda, solo quería indagar sobre sus gustos y aficiones, conocer un poco más de usted y saber que se siente al ser como usted...no en vano lo que le he expuesto es tan solo una forma, quizás erronea, de ver la vida pero no quiero que lo tome como una verdad absoluta puesto que no es así. Perdone mi osadia y disculpe que mis palabras se presten a malinterpretación, por favor sientese y en lugar de irse enfadada y sin haber sacado provecho de esta conversación intentemos llegar a un consenso, un entendimiento por ambas partas, un conocernos mejor. Me sentiría honrado si tras esta noche pudiera contar con usted como amiga. El primogenito parecía realmente compungido por tu marcha, su mirada seguía posada en el techo, era como si se esforzara en no mostrar sentimiento alguno, pero dicho esfuerzo también denotaba que algo ocultaba.

Negó con la cabeza, desde la puerta, llorosa.
-Lo único que podía ofrecerle es lo mismo que ofrezco a los demás, mi amistad. Pero parece ser que usted no ha visto demasiado que ofrecer en mí, puesto que no poseo nada más para mí no puedo ofrecer nada más a los demás. Su forma de conocernos es dejar en sin sentido los motivos de mi existencia, cuando yo lo único que he hecho ha sido darle mi comprensión. Yo jamás he visto un sin sentido en la vida de un nosferatu, cosa que a lo mejor otros no hacen. Sin embargo, me temo que a usted eso no le ha bastado.

Le miró fijamente unos segundos.
-Y supongo que tampoco debo merecerme que me miren a la cara. -terminó de decir, mientras se daba la vuelta y abandonaba el piso, cerrando la puerta tras de si.

Off: Jooo que penita T.T y que evento más cortito!.


Fin del evento.