[Día 7 - Refugio Alice] Tras la tempestad llega la calma...¿O no? (Sergio)

Mi sire a tenido a bien mandarme refuerzos, ella estara en casa, ellos la protegeran. Son buenos he luchado con ellos.

Arropo a Mia conta mi pecho. retiro un mechon de su flequillo.

No es para tanto, se ha pasado media noche pegandome tiros con una pstola que podria ser de juguete, no es para tanto.

Mia, no te importa quedarte en casa verdad?

Ante la pregunta de Sergio, Mia gira la cara para mirarle.

- Si tú así lo quieres, me quedaré en casa y esperaré a que vuelvas - Contesta con algo de duda, está claro que saber que Rabius dispara y le daña a su sire, no es algo que la haga sentir precisamente tranquila. Por ello decido no insistir más en el tema.

- Claro, no es para tanto- Digo intentando evitar la sorna- ¿Cuándo sería la cita con el señor Piruleta?

No te preocupes no pasa nada,

Ya te avisare no te preocupes, igual mañana pero tengo que arreglar unas cosas.

Alice hago bien?

Clavo la mirada en Sergio y hablo con tranquilidad y completa seguridad.

- Haces lo que crees que es mejor para ella, y eso te honra - Respondo- Es todo lo que puedo decir, que las cosas vayan bien o mal, o las consecuencias que vayan a tener tus actos, las desconozco, pero sé que actúas con un único interés: Proteger a tu chiquilla por encima de todo, es mucho más de lo que tuve yo, así que sí, creo que haces bien.

Hago una pausa para desviar la mirada.

- Avísame cuando quieras que te acompañe y ahí estaré. Tal vez pueda pedirle a Rabius que me enseñe a lanzar caramelos, se le da estupendamente ¿Tú qué crees?

Sonrio ante el cometario de Alice.

se especializa en el de piruletas, jajajja.

Deberiamos de irnos a casa Me pomgo d epie y mia me sigue aun abrazada a mi

-Cuidate hermana, y a ver si vuelves a llevarte a Mia de fiesta, ¿Te lo has pasado bien? Le digo a Mia y le doy un beso en la frente, tengo el alma rota en mil pedazos de dolor.

Mia sonríe y asiente.

- Ya lo creo, pero la próxima vez podrías tú venir con nosotras ¿Qué dices? - Comenta mientras le mira a él y luego a mí.

Asiento a su comentario y le devuelvo la sonrisa.

- Claro, la próxima vez nos llevaremos al soldado para que no se preocupe tanto por su pequeña, cuando no duerme tiene un humor de perros - Bromeo lanzándole una mirada a Sergio- No es tan malo, hermano, además, nada es eterno, ni siquiera el amor.

Espero que él entienda ese último comentario. Les hago un gesto de despedida antes de verlos marchar.

Por mi honor. Digo a modo de contestacion,

Y me despido de Alice.

Al salir esta su nueva moto esperandonos, antes de nada me giro a ella y le digo,

Cuando termine mi mision, cuando livere mis cadenas, liverare las tuyas, y entonces podremos estar juntos sin que te obligue ningun vinculo, seras libre para hacer lo que quieras, te lo juro.

Y si alguien dice que me estan haciedo daño recuerda, nadie puede conmigo.

En ese momento le doy un beso, probablemente el ultimo que le de en la boca, hasta que vuelva a ser libre para regalarmelos si ella quiere.

Y si quieres algo pidemelo, lo que sea, no te cortes, recuerda que yo sere feliz si tu lo eres.

Me pongo el casco y volvemos a casa.

Esa noche vincule a Mia para protegerla, pero sabia Dios que mataria a quien hiciera falta para devolverle su livertad.

SD

Una vez Sergio y Mia se han ido, salgo al balcón y miro la ciudad ante mí. Es la primera vez en 30 años que me permito plantearme la posibilidad de que tal vez Iulian me arrebató aquella noche a mi hijo de los brazos pensando más en mi bien que en mi castigo.

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